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6, octubre 2019 - 11:09

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golovkin

FOTO AFP

El kazajo Gennady Golovkin fue llevado hasta el extremo de sus fuerzas por el ucraniano Sergiy Derevyanchenko, en una contienda que arrojó momentos electrizantes y en la que el “Triple G” estuvo lastimado en distintas ocasiones, pero un derribe de su adversario en el asalto inicial finalmente fue decisivo para llevarse una decisión unánime y con ello el título mundial mediano de la IBF que estaba vacante, la noche del sábado en el Madison Square Garden.

El primer juez dio 114-113 y los otros dos emitieron 115-112 a favor de “GGG” en un combate en que Derevyanchenko peleó con frenesí fundamentado en una voluntad a toda prueba que le permitió sobreponerse a un gran corte que le abarcó ceja y párpado del lado derecho desde el segundo capítulo, lo que obligó a varias revisiones por parte del médico de ring.

El duelo fue muy cerrado y con rounds muy difíciles de calificar, al grado que los comentaristas de ESPN dijeron que DAZN USA, la plataforma digital que se encargó de la transmisión, tenía su puntuación 114-113 a favor de Derevyanchenko.

Gennady era escogido por los conocedores para salir con la victoria, en proporción de 4-1. Al inicio, como ya se señaló, mandó al de Ucrania al piso, pero no estaba dañado y se incorporó, no sólo para continuar en la contienda, sino para poner al kazajo en pésimas condiciones con base en un persistente jab que mantenía ocupado a un desconcertado Golovkin, que muchas veces tuvo que recular ante las poderosas ofensivas de su indómito enemigo.

Hubo rounds que constituyeron verdaderas guerras, como el tercero, en que se dieron con todo, con la sangre que emanaba de la herida de Sergiy como un tinte que daba más dramatismo a lo que sucedía en el cuadrilátero.

A partir de la cuarta ronda, Derevyanchenko llegó con sus más sólidos impactos ante un Golovkin dispuesto a no ceder un centímetro de lona; sin embargo, desde ese giro mostró una inflamación en el pómulo derecho, el cual se fue acentuando hasta terminar como un volován.

En el quinto, tras revisión médica, Sergiy soportó la metralla rival y dañó a “GGG” con un gancho a la zona hepática que hizo recular al que subió como favorito.

Más jabs de Derevyanchenko seguidos de potentes derechazos al rostro de Gennady encendieron al público en la sexta vuelta, aunque el “Tripe G” cerró en forma poderosa.

El séptimo fue un nuevo episodio intenso, en que el oper de Golovkin se mostró como un arma muy peligrosa y se registraron otros intercambios volcánicos.

Tras una nueva supervisión del doctor de ring, Derevyanchenk volvió a hacer  que Golovkin se doliera del golpeo a las zonas blandas y el cuero voló por parte de ambos contendientes.

En el noveno asalto, Sergiy echó de nuevo para atrás al “GGG” con base en punzantes jabs y venenosas derechas, con el kazajo intentando cambiar la marea.

El décimo round vio a Golovkin sufrir una golpiza que hizo a los fans ponerse de pie y el kazajo debió amarrar en diversas oportunidades para amainar el temporal.

En el undécimo, se comprobó que el movimiento de cintura de Sergiy, mismo que hizo a Golovkin errar en sus envíos desde capítulos anteriores, fue pieza clave, y entonces hubo éxito al conectarse ambos con deseos de tumbarse mutuamente.

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Para el asalto 12, el pómulo izquierdo de Golovkin estaba muy hinchado. Sergiy se lanzó a matar o morir y reiteró su castigo al cuerpo de Golovkin, que se vio obligado a amarrar al ser incapaz de asestar sus contragolpes y para poder contener la ofensiva postrera de su bravío oponente. Golovkin recurrió a golpes de conejo en diferentes rounds, desesperado ante la avalancha de impactos de que era objeto.

Cuando sonó el gong que terminó la reyerta, Sergiy tenía otra cortada, pequeña, debajo de su ojo izquierdo.

Golovkin no se fue limpio, al exhibir un corte diminuto a un lado de su ojo derecho.