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Mira

8, septiembre 2019 - 21:58

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San Antonio.- Después de recorrer 2894.5 kilómetros desde Nueva Jersey hasta San Antonio, el Tricolor por fin aterrizó en su nueva sede, una que le sienta bien últimamente, pero que este lunes podría ser una nueva cancha en la que es derrotado por Argentina.

Por lo pronto, en el cuadro que dirige Gerardo Martino el ánimo se mostró a tope.

Fueron cuatro horas y ocho minutos de vuelo, pero eso no mermó a los jugadores.

Tras aterrizar en tierras texanas, México se trasladó directo a su hotel de concentración en su camión oficial, que partió del aeropuerto internacional hasta la sede mexicana.

A la salida, los protagonistas salieron mermados por el viaje.

El primero en salir fue Gerardo Martino. El “Tata” como buen líder, saludó a uno que otro aficionado presente y continuó su camino. El argentino se reencontrará con una de las representaciones que dirigió, y a la que espera ganar para mantener su invicto.

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Atrás de él, además de sus auxiliares, comenzó la pasarela de jugadores.

De pasado americanista, Hugo González, Raúl Jiménez y Diego Reyes bajaron entre risas. Los tres saludaron a la gente, pero sólo el delantero del Wolverhampton se acercó para regalar selfies y autógrafos. El “Flaco” y el guardameta prefirieron sonreír a lo lejos y entrar al hotel.

Memo Ochoa continúo. Atrás de él, Jonathan Dos Santos, “Tecatito” Corona y Marco Fabián llegaron con la fiesta que los caracteriza. Unidos, sonrientes y con audífonos, los volantes prefirieron hacer un gesto a la gente y después continuar con su camino.

El recorrido de los jugadores continuó. Alexis Vega, Jonathan Orozco, Carlos Rodríguez, Uriel Antuna, el “Piojo” Alvarado, “Chicharito” Hernández, Néstor Araujo y Carlos Salcedo bajaron apurados. Uno que otro se acercó con los presentes, pero la concentración fue total, Argentina estuvo en la mente de todos.

Así llegó México, con ganas de revancha, pues en los últimos 10 encuentros, los aztecas sólo lograron un triunfo y fue en el ya lejano 2004.