POR BRIAN SALES

FOTO: MARTÍN MONTIEL

Saldívar ya no es el mismo. Desde lo personal, hasta lo futbolístico, Alfredo es otro. Hubo una noche que lo dejó marcado. En principio pensó que para mal. Lloró, no pudo dormir y tuvo que soportar la dura carga de la afición. Pumas cayó 6-1 en el estadio Azteca ante las Águilas del América. Ahí hubo errores de todos, incluido el guardameta. Al final, reconoce, fue para bien. Todo va en función de cómo se ven las cosas. Ahora el “Pollo” lo recuerda como la peor noche de su vida, pero también como un punto de inflexión para ser quien es hoy, un portero sólido, que pocas veces se debate su calidad bajo los tres postes y que es factor cotejo a cotejo.

“La noche fue de lo peor que he vivido. A partir de ahí vi el futbol de otro modo: para crecer y aprender”, narra el arquero auriazul, en exclusiva para el Diario de los Deportistas. “El que se estanca no da para más y no creo que lo disfrute. De ahí aprendí y saqué lo bueno. Lo malo lo hice a un lado. De las caídas también se aprende. Al final son experiencias que te ayudan a mejorar”, añade.

Actualmente, jugar ante el América es relevante sólo por la historia del cotejo, ya no por lo que sucedió aquella noche. El torneo pasado se impuso a los azulcremas en casa. En el panorama se asoma el regreso al estadio Azteca, desde la última vez que los auriazules pisaron el recinto para jugar contra las Águilas; sin embargo, él ya es otro. Con total madurez y otra visión, Saldívar no le teme a nada.

“Es especial por lo que es el partido, nada más. Lo que pasó conmigo en la Liguilla, lo hablé conmigo mismo y mi familia. Esa noche fue única en los dos sentidos. Porque fue mi partido 100 y fue uno de los encuentros que me hubiera gustado cambiar”, indica el guardameta. “Al final, ahí quedó. Esa noche la sufrí y me dije que ahí mismo me tenía que quedar, en esa noche y no más. Aprendí, crecí, los enfrentamos el torneo pasado y les ganamos; no hubo ningún problema. Espero que así sea de nuevo. Son cosas nuevas de las que aprendes y te tienes que levantar. Eso me ayudó bastante. Te genera un carácter y una perspectiva de lo que es el futbol”, asegura el “Pollo”.

Al meta lo relacionaron con más de tres equipos durante el periodo de transferencias en la Liga MX, pero fueron puros rumores. Alfredo siempre estuvo fijo en Pumas y supo responder a la confianza. Hoy conforman la mejor defensiva del torneo y él se caracteriza por la habilidad de detener penales. “Eso es algo de cada seis meses. No me incomoda, porque aquí me hablaron claro. Lo que se genere en la prensa es tarea de los medios y no llega hasta acá. Si me hubiera tocado salir, estaba tranquilo de lo que hice y lo que podía mejorar. Este es un club que te habla claro, por eso estuve tranquilo. Trato de jugar cada torneo y este no es la excepción”, explica.

Hoy transitan en la quinta posición de la tabla general. Aunque cayeron ante Tigres y Xolos, muestran un futbol distinto que deja buen sabor de boca entre el pueblo azul y oro. Alfredo se sale del guion y sostiene que todo se trata de confianza. Si confían en ellos mismos, llegarán lejos. “Estamos para creérnosla en este semestre, con las ideas y el grupo que tenemos, y lo que estamos trabajando, podemos hacer algo importante para devolver a Pumas en las primeras posiciones. Es creer en nosotros mismos y en lo que Míchel nos transmite”, finaliza.

MICHEL, LA CLAVE 

El buen paso que tiene el equipo es, en gran parte, por la labor del estratega español Miguel González. Llegó con ideas frescas, una importante plusvalía por su carrera como jugador y muchas ganas de trascender en su primera aventura en los banquillos del territorio nacional. Lo que Saldívar valora más de él es lo frontal que muestra ser día con día.

“Para ser sinceros, desde el primer día nos dejó las cosas claras. Uno, como jugador, lo agradece, que sea una persona directa. Sobre todo por esa trayectoria y jerarquía tan suya. Es muy importante el saber cómo íbamos a trabajar y de qué forma serían las cosas”, cuenta al arquero.
Aunque el tema de la competencia interna es un discurso que aparece en la mayoría de las instituciones, Pumas es uno de los equipos que mejor lo refleja. Entrena desde el más grande hasta el más chico. De Pablo Barrera a Tonatiuh Mejía y Amaury García. Alfredo coincide en que el hecho de que nadie tenga la titularidad asegurada es un plus para darlo todo durante los entrenamientos.

“Es lo que Míchel nos transmite. Acá no hay titulares toda la semana. Se trabaja con plantel completo, interescuadras, con todos al parejo. Esa competencia y esa dificultad que le pones al técnico para saber quién inicia hasta un día antes que lo dice, es de los buenos puntos que tenemos ahora en el grupo. Todos se matan a diario. Para Míchel es de importancia no saber quién va iniciar, porque todos están bien. Genera buen nivel”, indica.

-> VIDEO: Carlos Vela anota un GOLAZO con el LAFC

Pese a que llegó un nuevo cuerpo técnico y tuvo que salir Daniel Ipata, ex preparador físico auriazul, dentro del club se mantuvo un hombre vital. Marcello Capirossi, entrenador de porteros, quien hizo elevar el nivel a Alfredo Saldívar. En su momento, a Bernabé Magaña, Miguel Fraga, José Castillo y Gustavo Alcalá.

“Es importante que la continuidad siga, no sólo en un entrenador, sino en posiciones específicas como la mía. Que se mantengan los trabajos y ejercicios que él tiene, nos ha beneficiado a todos. No sólo yo mejoré, sino todos los que trabajan acá. Se llevan bases importantes de Marcello. Es una persona bastante preparada, que viene a sumar, como todos. Al final, es importante que los de abajo estén bien para que el equipo sea el beneficiado”, asegura el guardameta.