POR JORGE ERNESTO WITKER

Durante años hubo debate. ¿Quién debería ser el portero titular de México? Hoy el tema está zanjado. No hay discusión en que Guillermo Ochoa es el mejor portero mexicano de la actualidad y con Gerardo Martino se ha ratificado como titular indiscutible del Tricolor, luego años en los que tuvo que pelear por ese puesto con otros dos grandes guardametas como Oswaldo Sánchez y Jesús Corona.

La Copa Oro 2019 le ha visto triunfar a lo grande; ya lo había hecho en los Mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018.

Y en el Torneo estelar de la Concacaf, Ochoa tiene un historial magnífico, que no opaca el haber sido marginado prematuramente en la edición de 2011 por el famoso e incontrolable Clembuterol, que apareció en cinco pruebas de aquella selección azteca.

Ochoa ha disputado cinco ediciones de la Copa Oro desde su debut en este torneo el 7 de junio de 2007 enfrentando a Cuba en New Jersey. Entre las copas de 2007, 2009, 2011, 2015 y ahora 2019, el alguna vez cancerbero del Málaga y Granada en la Liga española, acumuló 19 partidos disputados, con apenas 10 goles recibidos. La estadística es contundente. Con él en el campo México no sufrió ninguna derrota en esos 19 encuentros, en los que registró 14 victorias y cinco empates.

Por cierto que en la relación de esos 19 juegos de Copa Oro aparecen tres finales, en las que sólo recibió un gol. Ochoa mantuvo el cero en dos desenlaces ante Estados Unidos, en 2009 y ahora en 2019.

Por si fuera poco, el canterano americanista es el futbolista mexicano que ha recolectado más “oro” en la historia, al ser el único que ha podido ganar cuatro veces este torneo, al haber sido parte de los elencos triunfadores de 2009, 2011, 2015 y ahora 2019.

Gracias a sus buenas actuaciones, Ochoa fue premiado como el portero más relevante de la Copa Oro 2019, en la que tuvo un lance crucial atajando un penal decisivo ante Costa Rica en las series desde el manchón efectuadas en los cuartos de final. Desde que Concacaf reconoce al mejor guardameta de su Torneo, Ochoa es apenas el segundo mexicano que se queda con el llamado “Guante de Oro”, algo que antes consiguió Oswaldo Sánchez en la edición de 2003.

En la recién culminada Copa Oro, el portero tapatío disputó cinco encuentros en los que admitió dos goles, uno de Canadá y otro de Costa Rica. Es decir, recibió en promedio un gol cada 255 minutos de juego, considerando las dos prórrogas que debió jugar en cuartos de final y semifinales.

En toda su carrera con el Tricolor, con el que debutó en un amistoso ante Hungría el 14 de diciembre de 2005, contabiliza 106 partidos internaciones lo que le convierte en el segundo portero con más actividad en la historia de la Selección Nacional, sólo detrás de Jorge Campos, quien disputó 130 juegos internacionales entre 1991 y 2002.

Más allá de que llegue en plenitud a Qatar 2022, Ochoa, a los 33 años, parece encaminado a alcanzar la marca del acapulqueño; y pensar que hace tres años, luego de sufrir en carne propia aquella espantosa goleada ante Chile (0-7), algunos críticos se atrevieran a pedir que no volviera a ser llamado. Qué equivocado estaban…

Ahora, luego de acumular tantas actuaciones convincentes, el debate que genera Ochoa es otro. Algunas voces lo nombran ya como el mejor portero mexicano de todos los tiempos. Difícil saberlo en realidad, pero el simple hecho de que le nombren junto a figurones como Jorge Campos o Antonio Carbajal, deja en claro el nivel que ha alcanzado.