7, julio 2019 - 12:30
Trofeo Mundial femenil
Fotos: AFP, FIFA.COM
La selección femenil de los Estados Unidos ganó su cuarta Copa del Mundo. De la mano de Alex Morgan y Megan Rapinoe, el conjunto de las barras y las estrellas extendió su leyenda y demostró una vez más que no hay nadie mejor que ellas. Aquí repasamos sus cuatro históricos campeonatos.
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1991
En el Mundial de China, Estados Unidos y Noruega llegaron a la recta final, donde las americanas hicieron historia al ser las primeras campeonas luego de vencer 2-1. En esa misma Copa del Mundo Michelle Akers consiguió hacer 39 dianas en 26 partidos, marca indiscutible para una futbolista estadounidense en un año natural, además dos de esos tantos se produjeron en la final celebrada en Guangzhou.
1999
El cuadro americano hizo valer su localía y puso a vibrar a todo el país. Con cinco triunfos a lo largo del certamen, las estadounidenses se hicieron de su boleto a la gran final, donde quedaron 0-0 contra República de China, aunque en penaltis lo definieron a su favor. La defensa Brandi Chastain superó al guardameta china Gao Hong con el quinto lanzamiento penalti de su equipo y culminó con honores un verano futbolístico que, como un torbellino, arrasó a la nación anfitriona.
2015
La revancha se dio en Canadá, y es que cuatro años antes, en la Copa de Alemania 2011, Estados Unidos y Japón llegaron a la final, pero las americanas cayeron en serie de penales, lo que provocó mayor preparación para el 2015, fue ahí que el destino puso nuevamente a ambas escuadras en la estancia final para que la plantilla de las barras y las estrellas se quitara la espinita. Con un marcador de 5-2, Estados Unidos se impuso. Carli Lloyd se adueñó de los reflectores tras marcar triplete en menos de 20 minutos, además uno de sus goles e fue candidato al Premio Puskás de la FIFA de aquel año.
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2019
No fue fácil. Estados Unidos tardó en abrir el marcador contra Holanda, sin embargo, un penal convertido por la capitana Megan Rapinoe y otro gol anotado por Rose Lavelle fueron suficientes para ganar su cuarta Copa del Mundo en el estadio de Lyon.