Filadelfia.-Pese a que no lució, Estados Unidos dejó en el camino a Curazao (1-0) y se instaló en las semifinales de la Copa Oro. Weston McKennie, a pase de Christian Pulisic, abrió la cuenta y marcó el único tanto del encuentro. Hasta aquí llegó la sorpresa del equipo caribeño que sorprendió a todos en la fase de grupos.

Estados Unidos fue amo y señor del duelo. Curazao, que fue la selección sensación, tuvo pánico escénico durante los primeros minutos, pero, poco a poco, tomó mayor valor dentro del terreno de juego.

Hubo llegadas en las dos áreas, pero escaseó la claridad. Los de las barras y las estrellas tuvieron las más cercanas de cara a gol, pero no había quien marcara camino; o no hubo, hasta que apareció la estrella norteamericana, Christian Pulisic.

Tras una jugada brutal del ahora jugador del Chelsea, McKennie solo tuvo que meterle la frente al balón para hacer desgarrar la garganta de los presentes. Los norteamericanos se fueron al frente en el marcador y por fin plasmaron su dominio en el marcador.

Curazao mostró bastantes carencias técnicas ante un equipo de mayor calidad y con mucho trabajo detrás. Pulisic hizo y deshizo a su antojo a la zaga caribeña, por lo que siempre estuvo más cerca el segundo gol de los norteamericanos que el empate de la visita.

Fue gracias a la vía de Bacuna que Curazao se quedó cerca de igualar los cartones. Sacó un disparo potente desde afuera del área, mismo que exigió al arquero a volar por toda la línea de meta para evitar el gol en contra.

Los últimos instantes del encuentro fueron vibrantes. Curazao se volcó al frente en busca de un gol histórico que orillara a los tiempos extras, pero Estados Unidos nunca cayó en desesperación y supo manejar las inercias del partido.

No hubo tiempo para más. Aunque no gustó, los dirigidos por Gregg Berhalter avanzaron de ronda y dejaron atrás a una sorpresiva oncena de Curazao, que dejó muchas alegrías en más de un aficionado. Estados Unidos se medirá a Jamaica en la otra semifinal del torneo.