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Mira

25, enero 2019 - 13:36

┃ Violeta Alva

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En el seno de Cruz Azul nadie decide a los refuerzos más que el cuerpo técnico y la directiva en conjunto.

Ante los rumores de que Pedro Caixinha brincó a los altos mandos del equipo en la contratación de Stephen Eustáquio, el estratega de La Máquina se defendió y aseguró que tiene las manos limpias.

“Son muy claras las conexiones. Hay un periódico en particular que tiene eso muy claro, hablo de periodistas, promotores y entrenadores. Yo lo digo porque no debo nada a nadie, cuando me toca decir las cosas de frente, las digo. Te digo esto porque no sólo sale para fuera para generar opinión, nos llega por la misma vía, la oferta que los entrenadores hacen. Muchos ya me conocen, les agradezco el contacto, pero de una manera informal, cero. Andar con la cara limpia. Si esas relaciones que existen van más allá de la simple amistad”, dijo tajante el estratega de La Máquina.

El portugués no habló de situaciones del pasado y se enfocó únicamente en lo que ha sucedido durante su estancia al frente del conjunto cementero, sobre todo.

“Hablo de la realidad presente, de los días pasados y la salida del jugador que se fue y su reemplazo. Lo que sí te puedo decir de una manera muy clara, yo y Ricardo somos los que decidimos eso, ‘de este club ni un solo lápiz me voy a llevar, tengo mi contrato, mis principios y mis valores, y esta declaración es una prueba más de la defensa que hago hacia esta institución”, reafirmó.

Tras la salida intempestiva de Iván Marcone a Boca Juniors el joven portugués, a quien Caixinha conocía de las categorías menores, llegó para reforzar el mediocampo cementero.