Foto: AFP

Buenos Aires.- Los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires pusieron hoy un punto final a doce días de competencia con una ceremonia de clausura para los atletas que se realizó en el escenario principal de la Villa.

En una ceremonia íntima de apenas 45 minutos, la ciudad de Buenos Aires le brindó un homenaje a los participantes de las competencias, los jueces y los voluntarios que formaron parte de esta fiesta del deporte y la cultura en la capital argentina.

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“No había pensado en ganar nada, porque eso hace que te centres más en el resultado que en lo que estás haciendo y no te va bien”, sentenció la española tiradora de arco Elia Canales, de 17 años, en el final de esta competencia.

Por su parte, el ecuatoriano Óscar Patín, medalla de oro de 5.000 metros marcha, afirmó: “Ha sido una experiencia muy linda y acogedora, las personas de Argentina con las que he tratado muy amables, ha sido extraordinario. He estado hablando con personas de otras modalidades, tienen las cualidades de hacerse amigos, son muy sociables”.

La fiesta incluyó los discursos de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, y Gerardo Werthein, su par del Comité Argentino, además del juramento de los deportistas y el paso de la posta a los próximos Juegos de la Juventud que se realizarán en Dakar, Senegal, en 2024.

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Una fiesta de fuegos artificiales marcó el final de una celebración que luego tuvo tres DJs pasando música para los chicos en la última noche de la Villa Olímpica.

Dickson Kah, representante de la delegación oficial de Camarún, también dio su opinión sobre estos Juegos: “La experiencia ha sido maravillosa, el tiempo que he estado aquí lo he disfrutado de verdad y la organización es magnífica y nos volvemos con muchos aprendizajes. Lo que aprendí aquí es que el mundo debemos de unirnos y el deporte es una buena excusa para hacerlo”.

En tanto, la entrenadora de kárate, Yuka Sato, añadió: “Es la primera vez que la modalidad de kárate forma parte de los JJ.OO. y por eso nos hemos tenido que dar más prisa y adaptarnos más rápido para que nuestra experiencia llegase al nivel de los otros deportes”.

La imagen final fue la llama olímpica en el Parque Olímpico de la Juventud apagándose luego que Thomas Bach decretara la clausura de este evento.