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21, septiembre 2018 - 21:04

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CRÓNICA 

POR ALEJANDRO ALFARO

FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

ENVIADOS

Puebla.- Fiel a su estilo, como les gusta a ellos y su gente. América lo hizo de nuevo y le echó a Puebla su percha de equipo grande por delante. Con uno menos y el último aliento, las Águilas le arrebataron los tres puntos a La Franja en su cancha y se declararon listas para el Clásico Nacional.

El héroe de la noche fue inesperado. Desde la banca Bruno Valdez entró en los minutos finales para evitar el gol de la voltereta camotera y terminó por poner el tanto del triunfo azulcrema. Una verdadera locura.

Los cremas se quedaron cerca del liderato general, aunque la diferencia de goles se los impidió. Lo que es un hecho es que su vuelo va en ascenso y amenazan con devorar a las Chivas.

EL JUEGO

La visita de América a la Angelópolis implicó una verdadera fiesta. Desde la salida de los equipos, el estadio Cuauhtémoc se vistió de gala con telones alusivos a Puebla y fuegos artificiales en lo alto del cielo camotero. El carnaval enfranjado comenzó desde antes del silbatazo inicial.

De inicio, ambas escuadras pelearon de tú a tú por la posesión de la bola. Los cremas fueron los que inclinaron un tanto la balanza a su favor en ese sentido, aunque los Camoteros no se quedaron atrás y preocuparon en la contra al quedar mano a mano con los zagueros rivales.

En ese toma y daca, una jugada polémica propició una pena máxima a favor de la visita. Cecilio Domínguez fue derribado fuera del área y Santander marcó hacia el manchón de penalti. Previamente, una jugada similar se le había escapado y no la señaló, por lo que dejó la sensación de un doble error al querer compensar con la marcación sobre el paraguayo.

El 10 americanista aprovechó la ocasión y engañó a Vikonis con una ejecución suave y pegada el poste para darle la ventaja a los de Coapa.

El propio “Cecigol” tuvo una más que clara para ampliar la ventaja. Una pared con Peralta lo dejó solo de cara a la puerta albiazul, mas el guaraní no tuvo la claridad para cruzar y terminó por estrellar la bola en el cancerbero de casa.

El dominio de América en el campo era notorio, aunque no lograban ampliar el número en el electrónico. Paul Aguilar tuvo una clarísima a balón parado, quedó sin marca frente al arco poblano, se saboreaba el gol y cuando casi lo cantaba… picó mal el esférico y lo mandó a un lado. Increíble.

En medio de la presión de su contrincante, La Franja se animó a ir al frente y se quedó a nada de conseguir la igualada. Cavallini logró recibir con ventaja dentro del área y le puso un servicio con veneno a Acuña. El “Messi” cerró la pinza sin marca y no tuvo el tino para mandarla a guardar. Dejó el grito de gol ahogado en la parcialidad poblana.

El segundo aviso sería el que le daría la igualada a Puebla. La formula fue similar. Esta vez Chumacero fue el encargado se poner un centro como con la mano a Cavallini. El canadiense se levantó y le dijo que sí a la de gajos a la hora de martillar. La pelota salió picada a la base del poste. Nada que hacer para Marchesín y la igualada llegaba.

Ni bien le dio tiempo de reacomodarse a los locales cuando ya les habían hecho otro gol. Un tiro de esquina le devolvió la ventaja al Amé. La zaga camotera no pudo rechazar y en el rebote, Peralta se encontró un regalito para pegarle con potencia en el área chica y poner adelante nuevamente a las Águilas justo antes de irse al descanso.

Para el complemento, Enrique Meza no tardó en quemar sus naves. Palacios y Tabó fueron la apuesta para nutrir su ataque en espera de poder encontrar pronto el empate; sin embargo casi se llevan el tercero cuando Domínguez interceptó el balón en propio campó y emprendió la carrera a toda velocidad hasta el otro lado del campo. Con habilidad, eludió una barrida, dos de sus compañeros lo acompañaban por el centro. Cecilio la quiso terminar de forma individual. El esfuerzo fue mucho y llegó sin piernas, por lo que no pudo definir con fuerza y Vikonis le volvió a ganar el mano a mano.

Muy caro pagaría América ese error. A la siguiente jugada, un tiro de esquina en donde Daniel Arreola fue al ataque serviría para que Puebla volviera a alcanzar en el marcador. El central de La Franja se levantó con autoridad en el área para ganar por aire y poner un auténtico martillazo que se encontró con la red. ¡Puebla estaba de regreso!

A partir de ese momento, el juego se volvió de ida y vuelta, con un ritmo frenético por momentos. Los Millonetas insistieron en el área. Henry Martín la tuvo y desaprovechó una grande. Vikonis ya era factor.

Toda la confianza que no se le vio en el primer tiempo, Puebla la encontró con el gol. Entre los cambios y el momento anímico, se volvieron agresivos y con más hambre de triunfo. Todo entraba a un terreno de matar o morir.

En un calentón inexplicable, Edson Álvarez le metió un pechazo sin balón a Loroña. Se olvidó que el Clásico es la semana entrante y se fue a bañar antes de tiempo por doble amonestación.

Sobre la hora, América lo hizo de nuevo. Con uno menos, todos los amarillos se fueron a buscar la última pelota en un tiro libre. Bruno Valdez, de recién ingreso, se vistió de héroe un su agónica anotación. Tres puntos a la bolsa y van por las Chivas.