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28, julio 2018 - 11:59

┃ Alejandro Alfaro

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POR ALEJANDRO ALFARO

FOTOS: RAMÓN ROMERO

El torneo Apertura 2018 ya está en marcha y esta vez, América apostó por pocos, pero puntuales refuerzos para diferentes sectores del campo. Una de esas zonas era la delantera; la falta de un matón del área los llevó a poner el ojo en el colombiano Roger Martínez, quien ya anotó su primer gol en Liga y ha dado destellos de un futbol que lleva a pensar que puede dar de qué hablar.

Aunque detrás de esta contratación de un joven futbolista cafetalero, está una historia de vida y superación que comenzó en 1994, cuando el atacante nació en el barrio La Campiña, en Cartagena.

En una amena plática con ESTO, Roger rememoró aquellos días en los que jugaba en su localidad, muchas veces descalzo y bajo diferentes climas, aunque a decir suyo, su favorito siempre fue el lluvioso.

“Fueron momentos muy bonitos que recuerdo, en donde uno siempre de pequeño salía a la calle a jugar a pie descalzo, con sol, tierra; cuando llovía eran los momentos más bonitos porque allá es una tierra donde hace mucho calor y con la lluvia, la gente salía más a jugar. Son recuerdos muy lindos que siempre tengo grabados en mi mente porque no vuelven”, relató con nostalgia.

Es en su familia donde Martínez siempre ha encontrado la mejor motivación, y no sólo eso, también la inspiración para recorrer su camino en el mundo del futbol. Y es que su padre también fue futbolista, aunque no a los mismos niveles que hoy experimenta su hijo, quien se mostró feliz por poder hacer lo que su progenitor deseó en una etapa de su vida.

“Mi papá también jugó. Llegó a ser también un jugador importante. Desafortunadamente no tuvo la oportunidad de mantenerse como profesional. Pienso que ahora hago yo lo que él quiso hacer y eso es una felicidad muy grande para mí. Me inspiró mucho él y mi familia también. La verdad que siempre son mi gran motivación y son lo mejor que tengo”, compartió.

RENDIRSE JAMÁS

La trayectoria de Roger Martínez ha tenido obstáculos difíciles de superar y que han puesto a prueba su temple en más de una ocasión.

A los 14 años, tuvo que abandonar a su familia para ir a Medellín en busca de su sueño. Fue con el Club Deportivo Estudiantil donde resintió la distancia con sus seres queridos, quienes nunca lo abandonaron y lo motivaron a seguir adelante.

“Fueron momentos muy difíciles en los cuales muchas veces quise volver atrás. Siempre tuve la motivación de mi familia. A pesar de que estaban lejos, siempre me apoyaron, me dieron ánimos, me brindaron lo mejor. No fue fácil, pero sin duda que de los momentos difíciles siempre uno tiene su recompensa”, platicó.

Dentro de las particularidades en el andar de Roger en el balompié, se encuentra el hecho de que nunca debutó en la Primera División de Colombia. Con solamente 17 años, partió a Argentina, donde la vida una vez más lo pondría a prueba.

Tocó puertas en Boca Juniors, Argentinos Juniors y Estudiantes, más nadie quiso quedarse con él. Fue un constante ir y venir de tierras pamperas a Colombia, hasta que logró asentarse en Racing.

“En ese momento tenía muchas oportunidades en Colombia para estar en Primera División, pero decidí Argentina porque sin duda, todos saben la vitrina que es el futbol argentino y lo que representa. Lo elegí por eso, por tener esa motivación, porque siempre soñé con estar en el futbol de alto nivel y gracias a Dios salió todo bien”, explicó.

Hoy, ya en América, el 9 de las Águilas miró en retrospectiva el camino andado y con orgullo, manifestó que todo lo ha conseguido con el sudor de su frente, esfuerzo y la convicción de que la vida y el futbol se tratan de no rendirse bajo ninguna circunstancia.

“Siempre he sido una persona que no ha tenido nada fácil. Nadie me ha regalado nada, todo lo que he conseguido hasta ahora es porque me he esforzado, lo he luchado y pienso que la vida se trata de eso, el futbol se trata de eso: nunca rendirse y cuando más difíciles estén las cosas, es cuando uno tiene que ser más fuerte y dar lo mejor”, concluyó.

Tan pronto llegó Roger Martínez a América, se puso a anotar goles, tal y como se esperaba de él. En la pretemporada, se despachó con un doblete frente a Morelia en su juego de presentación, mientras que, en Liga, ya le anotó a Necaxa, aunque para su mala fortuna, su escuadra cayó por 2-1 y tuvo su primer descalabro de la campaña.

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Previo al encuentro contra Atlas, el delantero colombiano tiene la idea clara de que vino a México a romper cuantas redes pueda y de esa forma, aportar a la causa azulcrema.

“La verdad que uno como delantero siempre tiene que anotar goles. A eso es a lo que vengo yo acá, a tratar de dar lo mejor, siempre al máximo, aportar lo mío con goles y en caso de que no se pueda marcar anotaciones, hay que ayudar al equipo en defensa y lo que se pueda”, destacó.

Durante la charla con El Diario de los Deportistas, el ariete confesó que algo fundamental para que cayera en las Águilas con el pie derecho, fue la buena adaptación que ha tenido al plantel. Para esto, ha sido fundamental la presencia de sus compatriotas Andrés Ibargüen y el recientemente llegado Matheus Uribe, ya que los dos le han hecho todo más sencillo para integrarse.

“Me han ayudado bastante para el tema de la adaptación. La verdad que me ha servido mucho. Es un plus tenerlos a ellos acá para todo lo de la integración. Me siento muy contento”, señaló.

Además de la presencia de los dos futbolistas colombianos, Martínez destacó la humildad que ha percibido del resto de sus compañeros, cosa que lo tiene cómodo en esta nueva etapa en su carrera.

“Me siento muy bien, muy contento de estar acá, de estar en este gran club, de tener esa clase de compañeros muy humildes que tengo. La verdad es que trato de disfrutar al máximo este momento”, dijo, al tiempo de agregar que “la verdad que es el club más grande de México, y como siempre lo digo, de los más grandes de América. Es una gran institución y me siento contento de estar acá”.

EL RETO LO MOTIVA

Lejos de amedrentarse por estar en una de las escuadras más importantes de la Liga MX, Roger Martínez se dijo motivado por la exigencia de ganar todo lo que dispute.

“Siempre me motiva ganar cosas, ganar títulos y cosas grandes, estar arriba de todo. Eso es lo que más me motiva. Es un equipo que siempre tiene la obligación de ganar títulos, de quedar campeón y eso es lo que más me tiene motivado”, sentenció.

ÁGUILA CELESTE 

Para el americanismo, hay símbolos casi sagrados que veneran desde que se asumen como creyentes azulcremas. El escudo, los colores, la camiseta, son solamente algunos aspectos que los acompañan a lo largo de su vida.

Dentro de estos referentes se encuentra el águila, misma que desde la década de los 80s se convirtió en el mote de la institución y que cada que juegan como locales en el estadio Azteca, se liberta para que los hinchas la observen bajar desde lo más alto del Coloso de Santa Úrsula hasta la cancha, donde aterriza sobre un balón.

Durante la sesión de fotos de Roger Martínez para la lente de ESTO, estuvo presente Celeste, el águila real que vigila las instalaciones de Coapa y quien a decir de su entrenador Omar Álvarez, tiene ya 18 años ligado a la institución.

“Yo soy el entrenador de Celeste, que es un águila real, en este caso es una hembra. Aquí, llevamos en el espectáculo del medio tiempo del Club América en el estadio Azteca desde el año 2000, ya 18 años. Ella vuela alrededor del estadio y cae sobre un balón. Yo soy el que la entrena”, comentó.

Para que ese acto sea ejecutado con tal precisión, Álvarez confesó que le llevó seis meses de preparación para evitar que tanta gente y el ruido en el inmueble afectaran al ave.

“Fue un proceso como de seis meses para que primeramente se acostumbrara a tanta gente, al ruido y volara sin que le importara el entorno”, dijo.

Sobre los cuidados que tienen con este animal emplumado, Álvarez resaltó el aviario que le construyeron para que pueda volar, así como los ejercicios que practica. “Ella tiene su aviario, vuela libremente, tiene su agua. Diariamente se ejercita para estar en óptimas condiciones. Algunas veces se le liman las garras y el pico”, cerró.