Ochoa.- Maduro, espléndido en el remate de Kroos. Con seguridad y temple de acero en el arco.

Salcedo.- Corrió, luchó como todo el equipo y se mató ante la marca más difícil que era Draxler.

Ayala.- Bien en las coberturas. Sólido y sereno ante el asedio alemán y sin errar pases en la salida.

Moreno.- La experiencia fue la diferencia. Siempre con ubicación. Brillante en el futbol aéreo y orden.

Gallardo.- Sorprendió con su calma ante la novatez. Fue impenetrable y seguro en cada intervención.

Herrera.- El caballo de ida y vuelta. Héctor dio un juego completo en facetas defensivas y ofensivas. Además, no le tiembla el pulso.

Guardado.- Como capitán, presionando en toda la cancha. Supo hablarle al árbitro y a los compañeros. Juego completo.

Lozano.- Fue un demonio. Veneno con su velocidad. Anota un gol histórico. Pródigo en el despliegue físico.

Layún.- En plenitud. Con llegada, sacrificio y disparo. Uno de los mejores partidos de su carrera.

Vela.- Jugador diferente. Carlos dio pausa, profundidad e inteligencia al ataque mexicano.

Hernández.- No se acomodó para rematar en las que tuvo. Dio la asistencia del gol y sacrificó mucho en labor de conjunto.

Edson.- No le temblaron las piernas en su debut en momento complicado y sumo en defensa.

Jiménez.- Raúl entró a marcar por izquierda, en sacrificio y con problemas de marca, corrió a todas.

Márquez.- Entró a darle experiencia, control y lanzar la salida al contragolpe. Quinto Mundial, histórico.