Con la tecnología de Google Traductor

Mira

16, junio 2018 - 15:59

┃ Salvador Aguilera

636647628464728880

CRONICA 

Moscú.- Messi ya se presentó en la Copa del Mundo y no lo hizo de la mejor manera. Cuando se esperaba que el astro argentino respondiera en la cancha con una soberbia actuación, después de lo hecho por Cristiano Ronaldo frente a España, lo único que sucedió es que Argentina tuvo una pésima presentación en Rusia 2018 al empatar 1-1 con Islandia, marcador que pudo verse alterado si el número 10 de la albiceleste no falla desde los once pasos en el segundo tiempo.

De esta forma, el panorama se tensa para Argentina porque su actuación no ha sido convincente  cuando eso sucede, vienen las críticas y también la presión, aunque sería ilógico pensar que Croacia y Nigeria no serán tan complicados que Islandia. ¿A qué se atreverá Argentina en esos partidos?

FOTOS: RAMÓN ROMERO

VENTAJA, PERO…

Argentina salió con el freno de mano. A veces es increíble entender lo que pasa en el futbol mundial. Un equipo que se sabe potencia, retiene su fuerza y actúa con precauciones. Eso puede ser por dos razones. La primera, porque ya no confía plenamente en su capacidad, es decir, hay dudas a pesar de tener a Messi en la cancha. Y la segunda, que puede ser la más lógica en la mayoría de los partidos: el respeto al rival.

Sólo que en la historia entre un equipo y otro, hay universo de diferencia. Islandia no sabía lo que es jugar una Copa del Mundo, mientras que en la tribuna había un astro del futbol mundial que había llevado a los argentinos a lo  más alto en México 86. En pocas palabras, el respeto tenía que presentarse al máximo, pero de los europeos hacia los sudamericanos.

Una vez en la cancha, ese abismo no se notó porque Sampaoli olvida de pronto que el potencial del futbolista argentino está de medio campo hacia adelante y manda al campo demasiados elementos de características defensivas que poco apoyan el talento de Messi.

También puedes leer: Video: Lionel Messi erra penal ante Islandia

Así salió Argentina a enfrentar su primer compromiso en Rusia 2018, entre un más de dudas, por no decir que terminó siendo víctima, no se sus propios errores, sino de sus miedos.

Islandia se mostró como un equipo dispuesto a todo, con ambición y seguridad. Tenía mucho por ganar y nada que perder. Bjarnason tuvo la primera al minuto 9 y desaprovechó la mejor jugada en lo que iba del partido, a pesar de la mayor posesión de los argentinos.

Había expectación por ver a Messi, que se mostró hasta el minuto 16 con un tiro que rechazó el portero. No tardaron mucho los argentinos en tomar la ventaja con tanto del “Kun” Agüero, aunque eso no hundió el barco islandés que se mantuvo a flote y respondió con el empate al  minuto 23.

El cierre del primer tiempo fue complicado para los argentinos, porque el portero Caballero tuvo que intervenir para evitar otro gol, mientras la fiesta de los argentinos se enfriaba en la tribuna porque Messi y Di María no aparecían en el campo de juego.

¡FALLA DE MESSI!

Por momentos, los cánticos islandeses opacaron a la hinchada albiceleste. Sampaoli ya no podía ocultar su preocupación y se mantuvo nervioso en su área técnica. No le quedó de otra que ir reconociendo sus errores tácticos al sacar a Biglia para meter a Banega. En un palco, Maradona también sufría.

Mascherano tampoco encontró soluciones al verse acompañado por Banega. Islandia sufrió su primera baja con la lesión de Johann Gudmundsson y al 62, el árbitro polaco observó una falta sobre Meza y decretó la pena máxima que Messi no concretó. Muy anunciado su disparo para la oportuna atajada de Halldorsson.

El capitán vikingo, Aron Gunnarsson, ya no pudo más. Hizo un gran esfuerzo, estaba tocado y se fue del campo. Argentina, ahora sí, tuvo que acelerar frente a un rival que crecido, bien parado en el campo.

Sampaoli, con la soga al cuello, quiso verse ofensivo y metió a Higuaín en lugar de Meza. Es decir, sacudió un poco sus temores y le metió valor.  ¿Por qué no arranca con más hombres de ataque una Selección que se presume poderosa?

El portero Halldorsson se creció y era lógico  después de atajarle un penalti a Messi. Ya tiene qué contarle a sus nietos. Islandia vino por historia y lo está haciendo. Si Argentina quiere ser campeón deberá mostrar más valor.

El atacante barcelonista, privado asimismo de la gloria en tres finales de la Copa América, se volvió unir a 22 compañeros para una batalla que aún no cree perdida. A su sueño se aferra el ’10’, aun sintiéndose menos candidato a alzar el trofeo que el brasileño Thiago Silva, el español Sergio Ramos o el alemán Manuel Neuer.

Esta Argentina de Sampaoli, que sobre todo es la Argentina de Messi, ha volcado su esencia al gusto de su talento, al toque y al apego por el juego, desde la necesidad de activar a su futbolista más determinante. Y es que a diferencia de su primer rival en Rusia, la escuadra argentina huye del contragolpe y del cuerpo a cuerpo.

También puedes leer: Finnbogason hace primer gol mundialista de Islandia

Para ese desafío Messi sabe ya que cuenta con su amigo Sergio Agüero. El delantero del Manchester City hizo puntuar un potente zurdazo a los 19 minutos. Fue su primer gol en un Mundial, después de todos los disparos desaprovechados en Brasil y en Sudáfrica, en 2014 y en 2010.

Esa renta no acomodó las piezas del equipo sudamericano, vestido para la ocasión de negro. Color de la elegancia o el duelo, no pudo disimular sus endebles hechuras defensivas.

Tras una primera advertencia de Birkir Bjarnason, el delantero Alfred Finnbogason reclamó su lugar en la naciente historia del fútbol islandés en el minuto 23. El 1-1 castigó el titubeo del cuadro argentino, débil cada vez que el ‘ejército’ vikingo le retó a través de la velocidad, de la presión y del juego aéreo.

En la estrategia también buscó fortuna la selección austral, con Messi como servidor de Tagliafico y Otamendi. No le sirvió en la primera mitad, pero insistió en la segunda sin suficiente convicción como para lograr despertar a su hinchada, acallada por una propuesta paciente y excesivamente pausada ante unos contrincantes agazapados por delante del portero Hannes Halldorsson.

Ever Banega reemplazó a Lucas Biglia en el minuto 54 para enmendar la monotonía. Pudo hacerlo Messi en el minuto 62, en un penalti cometido por Hordur Magnusson sobre Maximiliano Meza.

El ’10’ lo lanzó a media altura, por su izquierda, y Halldorsson se lo negó para volver a dejar la imagen de un genio humanizado en los 11 metros, como en la última final de la Copa América.

Un sonoro “¡Messi, Messi, Messi!” fue la respuesta los suyos, pero nadie lo agradeció. Argentina no despertó.

GOLES

ACCIONES 

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí