POR JAVIER JUÁREZ

FOTOS: RAMÓN ROMERO

La hora se acerca, el avión del Tricolor está por trasladarse a territorio europeo, pero antes de hacerlo los seleccionados fueron abanderados por Enrique Peña Nieto.

La Residencia Oficial de los Pinos fue el escenario elegido para el tradicional acto entre el ejecutivo y los convocados.

Con los últimos rayos del sol la ceremonia comenzó en el patio principal del lugar. La banda de guerra anunció el inicio de todo.

26 futbolistas subieron al escenario principal y de inmediato tomaron sus lugares, Carlos Salcedo se ausentó por asuntos personales.

Ya con los protagonistas en el estrado, incluido Juan Carlos Osorio y su cuerpo técnico, se anunció la llegada del Presidente Enrique Peña Nieto.

El líder del país apareció junto a su esposa Angélica Rivera y se colocó al lado del capitán Rafael Márquez.

Ya con todos los presentes en el estrado el acto comenzó.

La banda de guerra entonó el himno nacional, se llevaron a cabo los honores a la bandera y enseguida Alfredo Castillo tomó la palabra. El director de la CONADE realizó un recorrido histórico por todos los mundiales en los que México ha participado, desde 1930 hasta 2014.

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Castillo se demoró, pero llenó de recuerdos a todos los presentes.

Rafael Márquez fue el siguiente en tomar la palabra, el capitán del Tricolor brindó un emotivo mensaje y les solicitó a sus compañeros pensar en ser campeones del mundo y no pensar sólo en el quinto juego.

Con decenas de banderas nacionales alrededor del escenario, el evento continúo.

En las pantallas del lugar pasaron vídeos con varios de los goles que ha hecho el Tricolor durante las justas mundialistas.

Enseguida tomó la palabra la primera dama, Angélica Rivera llamó a no “pensar en la derrota sin todavía empezar el juego”.

La esposa del Presidente, siempre tras bambalinas, se animó a emitir un mensaje lleno de actitud.

El último en dirigirle unas palabras a los seleccionados fue Enrique Peña Nieto, el Presidente destacó la unión y la calidad del plantel y los animó a “volver a casa con la Copa del Mundo”.

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Luego de eso vino el momento del abanderamiento. Héctor Moreno, abanderado, Hugo Ayala, Héctor Herrera, Jesús Molina, Jesús Gallardo y Miguel Layún fueron los encargados de marchar y recibir la bandera nacional.

Ese fue el acto que cerró la ceremonia. El orden se rompió y comenzaron los abrazos de despedida.

Enrique saludó personalmente a todos los seleccionados y luego se marchó. El buen ambiente se notó todo el tiempo.

El Tricolor ya tiene el lábaro patrio, es momento de mostrarlo y ponerlo en lo alto en Rusia.

VUELVAN CON LA COPA 

No es fácil, incluso luce inverosímil, pero Enrique Peña Nieto alentó a los seleccionados a volver a México con la Copa del Mundo entre sus manos. El Presidente ya lo había solicitado en anteriores semanas, pero lo recalcó. Su petición y sueño es el mismo: “Éste es un momento emotivo, es un gran orgullo entregar el lábaro patrio a la Selección Mexicana, nuestra bandera como símbolo de identidad, sepan (seleccionados) que no están solos, todo México los apoya”, dijo el ejecutivo.

El ánimo de Peña Neto fue evidente: “Ojalá que sea una larga estancia en Rusia, jueguen muchos partidos, consigan muchas victorias y vuelvan a casa como campeones”, destacó.

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Enrique le tiene fe al equipo de Juan Carlos Osorio “Confiamos en ustedes, la apuesta es alta para que tengan un gran desempeño en Rusia, sé que están preparados y mentalizados para pelear y competir con cualquiera, todos en México les vamos a transmitir buenas vibras”,

El Presidente sólo emitió palabras de apoyo y optimismo: “Pongan en alto el nombre de México, en su uniforme llevan los colores de nuestra bandera, yo también en mi corbata, todos en el corazón, vayan a triunfar y muestren una actitud positiva, los veré otra vez, pero con la Copa del Mundo con ustedes”, recalcó.

Peña Nieto cerró su discurso y destacó la unión que se verá en el país: “El futbol une a todos los partidos políticos, seguidores del PRI, PAN, MORENA, PRD y PT, todos juntos vamos a ver su actuación en Rusia, ustedes tienen la esperanza de un pueblo”, cerró.