La zaga del Cruz Azul vivió uno de sus peores momentos la temporada pasada. Llena de lesiones, la parte baja cementera recibió 18 goles y fue gran responsable de que los celestes se quedaran sin Liguilla.

Ante la inminente baja de Enzo Roco y Julián Velázquez, Pedro Caixinha pidió a su directiva un defensa que fuera perro, que mordiera al rival y que gruñera cuando se acercaran a la meta de José de Jesús Corona.

Tras la petición, Ricardo Peláez movió todo para hacerse de los servicios del líder de la zaga más perrona de México.
Así es, Pablo Aguilar, ese aguerrido paraguayo que brilló con América, está a una firma de convertirse en el segundo refuerzo de los de La Noria.

Pablito tiene todo lo que le gusta a Caixinha en un jugador defensivo. Fortaleza en momentos claves, un buen juego aéreo y sobre todo el liderazgo que se requiere para soltar un grito cuando el partido lo requiera.

La vitalidad del ex central de Xolos de Tijuana lo hicieron uno de los amuletos en el primer título de la franquicia tijuanense. Eso le valió para llegar al América, en donde confirmo por qué fue considerado como uno de los mejores en su posición.

Sorpresiva fue su salida rumbo a la perrera más grande de México cuando ya era considerado una de las figuras de las Águilas.
Y pese a que muchos pensaron que le afectaría emocionalmente su salida de los azulcremas, lideró a la mejor defensiva de la Liga MX y la llevó hasta las semifinales, donde el Toluca dio cuenta de ellos.

Ahora, Aguilar ya es cementero y sin duda será el comandante de la defensiva celeste.

El central se convertirá en el segundo refuerzo cementero, ya que en es cuestión de horas para que Iván Marcone sea anunciado para fortalecer a los celestes.
Por otro lado, el interés por el ecuatoriano Darío Aimar es real, aunque será negociado en los próximos días.