CRÓNICA

SI hubiera que resumir el partido de anoche en el estadio Azteca en pocas palabras, lo ideal sería decir que América quiso y no pudo; mientras que Tijuana simplemente no quiso.

La propuesta de Tijuana le salió a la perfección, nulificaron el ataque americanista y con un par de grandes intervenciones de Gibran Lajud, consiguieron bajar la cortina y dejar de manifiesto el por que son la mejor defensiva de la Liga MX en estos momentos.

Dentro lo poco rescatable para las Águilas está el haber podido mantener el invicto a una semana del Clásico Nacional y poder asegurar el liderato general si es que Santos no golea esta tarde a Cruz Azul.

La agenda de los cremas dicta que a media semana tendrán que terminar la obra que empezaron en Costa Rica ante Saprissa y el sábado, visitarán a Chivas en un partido por el orgullo.

EL JUEGO

Luego de sus respectivas participaciones a media semana en la Concacaf Liga de Campeones, América y Tijuana se vieron anoche las caras en el estadio Azteca en un duelo donde ambas escuadras buscaron obtener buenos dividendos de acuerdo a sus propias armas; las Águilas con la tenencia de la pelota y con una propuesta más arriesgada, mientras que Xolos se plantó bien atrás, por momentos con nueve hombres más Lajud en su propio terreno para tratar de cortarle los circuitos a su rival y apostar a encontrarse con algún buen contragolpe.

El planteamiento enviado al campo por el técnico Diego Cocca consiguió su cometido de obstruir las vías a su rival. Los azulcremas batallaron demasiado a la hora de ir al frente, siempre topándose con los bloques fronterizos que les cerraron el paso, por lo que el peligro que crearon vino desde la pelota parada.

Primero fue Oribe Peralta, quien logró desmarcarse en un tiro de esquina en el que consiguió conectar de cabeza, pero su remate se fue apenas por encima. Más tarde, un tiro libre en el que Aguilera se elevó y buscó desviar a segundo poste la trayectoria de la pelota, la cual se fue apenas por un costado.

Los Canes Aztecas ofrecieron poco en el último tercio Incluso, Marchesín no tuvo ninguna intervención o aproximación sobre su arco, signo de que la visita no hizo demasiado por buscar el área rival.

Par de roscas y algunos bostezos cuando Luis Enrique Santander decidió poner fin a la primera mitad.

Al darse cuenta de que su contrincante prácticamente no lo atacaba, Miguel Herrera decidió modificar y mandar a la cancha a Henry Martín en lugar de Carlos Vargas, un delantero por un defensa para tratar de preocupar un poco más al fuerte muro defensivo tijuanense.

Con prácticamente todo su arsenal en la delantera, los “Millonetas” estuvieron a nada de romper el cerrojo cuando Oribe Peralta recibió dentro del área, se sacó de encima a su marcador y buscó clarear a un Lajud que se estiró al máximo para manotear el balón ante la frustración del “Cepillo”, que ya se saboreaba el tanto.

Nuevamente Gibran se pondría el traje de héroe para su equipo cuando los cremas habían ejecutado una triaungulación perfecta en la que Ménez le bajó la pelota a Martín con la cabeza en el área, y cuando el “Búfalo” se disponía a puntear, el meta xolo salió como un rayo a achicar y evitar nuevamente que perforaran su meta.

Conforme el reloj se diluía, América se nubló y sus aproximaciones se redujeron. La desesperación fue notoria ante la imposibilidad de llegar al gol que les diera la victoria, mientras que Tijuana ni se inmutaba, parecía conforme con el punto en Santa Úrsula y en ningún momento se descompuso.

En la última, un centro al área dejó trastabillando a Domínguez casi en el área chica y como pudo, el paraguayó conectó el esférico, pero este se fue sacándole pintura al poste y no quiso entrar.

América intentó, pero no pudo. El gol los abandonó ante la mejor defensa del torneo y ahora deberán dejar este mal trago atrás, ya que se viene la vuelta contra Saprissa y Chivas en su futuro inmediato.

MxM

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