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14, enero 2018 - 17:49

┃ ESTO

Monterrey

CRÓNICA

POR VIOLETA ALVA

FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

ENVIADOS ESPECIALES

Veracruz.- Las alarmas en el puerto ya se encendieron. Sus aguas, aún de Primera División, se extinguen poco a poco de Tiburones. Y es que el dramatismo está a todo lo que da. Luego de que Querétaro cazó a Lobos BUAP, Veracruz necesitaba sí o sí el triunfo, pero de nada sirvieron las ganas jarochas para vencer a una mejor y más cara plantilla. El “Pirata” Fuente fue testigo de una nueva derrota de los escualos, 0-2 final.

Ponchito González y Dorlán Pabón salieron con el arpón en la mano. Sin dudarlo, ambos lanzaron el arma ante un depredador que no mostró dientes, ni coraje y que se ahoga en un letargo que podría dejarlo fuera de la Liga MX.

No todo fue bueno para el Monterrey. Hugo González salió lesionado y será evaluado para saber la gravedad de su lastimadura.

EL PARTIDO

El triunfo queretano en Puebla hizo que Veracruz no pudiera especular. Sin su colmillo más valioso por lesión, Cristian Menéndez, Guillermo Vázquez apostó por una delantera rápida, pero experimentada a la vez. Daniel Villalva, Martín Bravo y el juvenil Omar Marrufo, fueron los elegidos para salir a devorarse al Monterrey.

La ausencia del “Polaco” se notó de inmediato. El Tiburón tuvo en sus dientes las primeras del partido. La “Rata” mandó centros, Esquivel también quiso, aunque el “Keko” salió en una tarde muy complicada. El argentino desaprovechó y mandó todo desviado.

Los escualos sonrieron ante la lesión de un pilar Rayado. Una molestia en la pantorrilla obligó la salida de Hugo González del campo. La primera barrera la sortearon los jarochos, la puntería fue su dolor de cabeza.

El tema no cambió pese a que Mohamed mandó a Juan Pablo Carrizo al campo. A pesar del golpe anímico de perder a su portero titular, Rayados cambio el juego de inmediato. El conjunto regio tocó la puerta luego de una serie de rebotes que terminaron en disparo de Carlos Sánchez.

Poco a poco el visitante recuperó ese nivel que mostró el torneo pasado. Ése que los llevó a la final frente a Tigres. Los del Tony Mohamed fueron insistentes. Sobre todo en la parte final del primer tiempo en el que se fueron adelante. Ponchito González recibió en los linderos del área; controló y aprovechó la floja marca de Milán para anidar un zurdazo lejos del alcance de la “Tarántula” Gallese.

La presión regiomontana continuó hasta el descanso, pero el marcador ya no se movió.

En el complemento, los Tiburones buscaron ansiosamente el empate. Memo Vázquez movió sus fichas. La salida de Martín Bravo por Adrián Luna le dio frescura al ataque veracruzano. El partido se tornó trompicado, con demasiadas faltas en el campo que paró de más el partido.

Marrufo, en dos ocasiones, tuvo chance de emparejar los cartones. En la primera cometió un oso. En su intento por rematar de bolea, dio un giro sin tocar el balón. En la segunda se levantó en el manchón de penalti sin suerte, no alcanzó a contactar.

Por el lado Rayado, el “Pato” Sánchez fue el hombre más peligroso. Carlos hizo sufrir a la “Palmera” Rivas en más de una ocasión.

Entonces llegó Dorlan Pabón. El colombiano se reconcilió con su equipo y con su afición. Demostró por qué, a pesar de todo, es una de las figuras del equipo.

Dorlan se llevó a cuatro defensas y disparó con potencia lejos de Gallese. El grito al cielo no se hizo esperar. Pabón festejó con los pocos regios en la grada y se tapó la boca pese al eufórico momento.

Nada le salió al Veracruz. Su dominó en el inicio no ayudó de nada; para colmo sobre el final del partido, el árbitro les anuló un tanto por un fuera de lugar. ¡Mal y de malas!

No hubo más en el “Pirata”. Rayados nadó con tranquilidad en unas aguas que parecen destinadas al Ascenso MX.

MxM

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