Foxborough.- La niebla en el Gillette Stadium fue dinamita para unos Halcones de Atlanta que nunca lograron levantar el vuelo y terminaron perdiendo 23-7 ante los Patriotas de Nueva Inglaterra, en la reedición del último Super Bowl.

Aunque el resultado final fue idéntico al de su histórico duelo del mes de febrero, el trámite del partido fue muy distinto. La explosiva ofensiva visitante permaneció apagada durante gran parte de los cuatro cuartos y a los ‘Pats’ les bastó con un juego terrestre profundo para conseguir su quinto éxito de la temporada.

Nueva Inglaterra terminó con 403 yardas totales y dominó la posesión con 34:05 minutos sobre el emparrillado, diez más que el conjunto derrotado.

Fue un segundo cuarto de pesadilla para Atlanta. Un total de 17 puntos sin respuesta de los campeones, incluidas dos anotaciones aéreas a pase de Tom Brady. Los pupilos de Bill Belichick se dedicaron a cuidar el marcador en el complemento y aunque Julio Jones encontró la zona prometida a falta de cinco minutos por jugar, en ningún momento estuvo en duda el resultado.

Brady terminó con 21 de sus 29 pases completados, para 249 yardas y dos TD. Muy superior a los números que marcó Matt Ryan, quien acertó 23 de 33 para 233 yardas y una anotación.

Lejos estuvo el encuentro de cumplir con las altas expectativas que estaban depositadas entre dos de los grandes favoritos a aparecer en la edición 52 del Super Bowl. La campaña aún es joven, pero ambos equipos deberán mejorar considerablemente para hacer soñar a sus aficionados.