12, agosto 2017 - 23:40
roberto Garcia
Roberto García no se anduvo con “Amenaza”; el texano de origen mexicano derrotó por decisión unánime a un pasivo Omar Chávez, convirtiéndose en campeón plata de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo en la pelea estelar en el Gimnasio Nuevo León Independiente en Monterrey, Nuevo León.
El sinaloense sorprendió a todos por no lanzar golpes y solo recibir ante el norteamricnao García que poco a poco se fue creciendo ante la inactividad de su rival.
Después de aquella victoria sobre Ramón “Inocente” Álvarez en abril. Omar había creado enormes expectativas, pero fue muy diferente esta noche.
Las puntuación de los jueces fueron: El juez Ernesto Saldívar dio 97-92, en tanto que Rodolfo Ramírez y Javier Camacho apuntaron 96-93, todos a favor de Roberto.
Los casi tres mil aficionados presentes en el Gimnasio Nuevo León Unido terminaron abucheando al nativo de Culiacán, quien los había alentado a presenciar un combate de poder a poder que terminó inclinándose hacia García, un boxeador que utilizó muchos golpes bajos en los tres primeros episodios.
Chávez fue incapaz de contrarrestar la fuerza y contundencia de Roberto en todo el combate, y solo soltó de manera esporádica algunos golpes. Fue prácticamente una copia del papel que realizó su hermano Julio César en mayo pasado ante el “Canelo” Alvarez.
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Mientras que Chávez abandonaba el cuadrilátero acusando en su rostro el castigo al que fue sometido, la “Amenaza” García parecía haber estado en una noche de fiesta.
García conectó golpes bajos en los tres primeros episodios que le costaron la reducción de un punto en el segundo. Omar se quejó en repetidas ocasiones de que su oponente lo castigaba en zona prohibida. En ese segundo round Chávez solo alcanzó con un derechazo de volado a García, pero sin consecuencias. En el tercero se cobró uno de esos golpes.
Del cuarto en adelante el combate fue el mismo, con un Roberto Garcia hacia adelante, castigando a media distancia y sobre las cuerdas a un Omar que no respondía, que parecía estar cansado y sin condición.
Fue hasta el último episodio en el que Omar se decidió a tirar algunos golpes que llegaron a la cara de García, pero a esas alturas la causa ya estaba muy perdida.