12, agosto 2017 - 16:55
Cruz Azul
CRÓNICA
POR: Alejandro Alfaro
Entre la inoperancia de Cruz Azul y la falta de propuesta futbolística de Toluca, un insípido empate a cero se consumó ayer en la cancha de los Cementeros, por lo que La Máquina alargó su racha sin triunfo, además de que en sus dos presentación de Liga en casa no ha podido darle el gusto de la victoria a sus seguidores.
Es cierto. Lo Cementeros intentaron, en el segundo tiempo monopolizaron la pelota, pero en gran medida fue por un timorato equipo mexiquense que nunca hizo el intento por ofender a los de casa.
Los Choriceros dejaron escapar la posibilidad de dormir en la cima de la competencia; mientras que los azules otra vez se fueron entre los silbidos de su parcialidad.
EL JUEGO
Con la necesidad de obtener su primer triunfo como local y romper la racha de cuatro encuentros sin ganar (dos de Liga y dos de Copa), Cruz Azul se presentó ante su gente para tratar de enmendar el camino ante un Toluca que anhelaba dormir como líder general de la competencia.
Pese a estos elementos, el desarrollo del encuentro no ofreció mucho. La Máquina entendió de cierta forma que la obligación era suya al ser local, por lo que intentó proponer con sus tres delanteros clavados, en espera de que Mena, Mora o Méndez pudieran salir con la puntería fina. Sin embargo, fue poco lo que los celestes generaron, una sola jugada de peligro en 45 minutos en un cabezazo de Felipe Mora tras un cobro de pelota parada en el que Luis García se exigió para rechazar. Eso y nada más antes del descanso para los de casa.
En contra parte, los Diablos tampoco hicieron gala de un futbol vistoso, por el contrario, con la pelota carecieron de ideas. Ni Sambueza ni Gómez pudieron abrir la cancha o proyectar a Abundiz, el joven delantero que intentó con una media vuelta dentro del área que se fue desviada ante la mirada de Corona.
Fue en el comienzo de la segunda parte cuando Cruz Azul intentó algo distinto. Primero fue Aldrete, quien con un potente disparo de media distancia, amenazó al arquero choricero mediante una pelota que insinuaba dirigirse al ángulo, pero fue controlada por García a dos tiempos. Posteriormente el “Gato” Silva fue el que probó suerte en un tiro libre, pero nuevamente el meta rojo le puso hielo. Se vivían los mejores momentos azules.
Desde la banca, Jemez analizaba cuidadosamente sus movimientos. Primero mandó al campo a Cauteruccio para refrescar su ataque, y después, ante el clamor popular que pedía en el terreno de juego a su ídolo, el técnico español llamó a Chrisitan Giménez para que comandara la ofensiva cementera como el cerebro que siempre ha sido.
El complemento fue un monologo azul con el esférico. El cuadro mexiquense jamás logró salir con control de su área y La Máquina se dedicó a buscar abrir el ostión blanco que representó la zaga de Toluca y que casi se quiebra con un remate raso de Méndez que contuvo García.
En el cierre del encuentro el agobio azul ya era total. Méndez era un dolor de cabeza para sus marcadores y desde su sector desequilibró a favor de los suyos, pero no encontró el fruto a su esfuerzo.
El tiempo se cumplió y con él, llegó el silbatazo final que decretó un nuevo empate para Cruz Azul como local, la confirmación de un mal paso que señala cinco empates consecutivos en las dos competencias que disputa y el sin sabor de su gente por no poder obtener los resultados que desean en este inicio del Apertura 2017.
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