2, julio 2017 - 0:05
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SAN PETERSBURGO.-A punto de despegar pues se asemeja a una nave espacial, el estadio de la gran final se quedó con la espera de recibir al Tricolor en el desenlace por la Copa Confederaciones, pero quienes no fallaron a la cita son Chile y Alemania, selecciones que hoy le pondrán cerrojazo al preámbulo mundialista.
Actual casa del Zenit de San Petersburgo, el nuevo y moderno estadio fue diseñado por el arquitecto japonés Kisho Kurosawa y construido en la isla Krestovski. Debajo de él se encuentran los vestigios del viejo estadio Kírov, en sus tiempos uno de los mayores de Rusia gracias a su capacidad para 110.000 espectadores.
Las obras de construcción iniciaron en 2006 y es considerado uno de los estadios más caros del planeta. A su alrededor está rodeado de ríos y lagos, además de un gigantesco parque que es parte de su pulmón natural.
Hoy rodeado con los logos de la Copa Confederaciones, el inmueble luce espectacular a la hora de encender sus luces azules que lo hacen ver de otra galaxia. Chile y Alemania descifrarán al nuevo campeón de la Confederaciones.
De campeón a campeón, los andinos quieren sumar su tercer título consecutivo en los últimos tiempos –Copa América 2015, Copa América Centenario 2016-, pero enfrente el panorama no luce nada sencillo, ya que Alemania vigente campeona del mundo quiere reinar en Rusia, ganar en la nave espacial de San Petersburgo.