25, mayo 2017 - 20:42
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Nadie le había hecho sombra a Floyd Mayweather, el dueño absoluto de las carteleras que se celebran en las festividades mexicanas de mayo y septiembre en Las Vegas. Bueno, eso ocurrió hasta 2016 porque el nuevo dueño del show se llama Saúl “Canelo” Álvarez.
En este año, el honor de encabezar una megacartelera en la Ciudad del Juego durante las fiestas patrias -o en cualquiera de las sedes más importantes en Estados Unidos- se llama Santos Saúl Álvarez Barragán, el famosísimo “Canelo”.
Mayweather reaccionó casi tan pronto el promotor Óscar de la Hoya anunció que el ídolo jalisciense peleará el próximo 16 de septiembre contra el imbatido kazajo Gennady “GGG” Golovkin, por el campeonato universal de peso medio.
Aquí hemos escrito que el “Canelo” fue sincero cuando llamó a Golovkin desde arriba del ring una vez consumado su espectacular nocaut en seis episodios sobre el británico Amir Khan, el 7 de mayo del año pasado; sin embargo, pocos días después, ante la presión del Consejo Mundial de Boxeo para firmar el contrato de su defensa obligatoria contra el “Triple G” Golovkin, renunció al cinto verde y oro que había conquistado contra Miguel Cotto en noviembre de 2015.
Dado que el boxeo profesional es un negocio, en aquel momento a De la Hoya, dueño de Golden Boy Promotions, no le convenía negociar la contienda contra el héroe de Kazajistán, por el tema de la repartición de las ganancias. En consecuencia, Álvarez dejó la faja en el escritorio.
El tiempo le dio la razón a De la Hoya, un conocedor profundo de los gajes del oficio, porque Golovkin no lució en sus defensas contra Kell Brook y Daniel Jacobs, y sus números en pago por evento fueron muy pobres.
Incluso, contra Jacobs varios expertos señalaron que la decisión de los jueces debió ser a favor del estadounidense apodado “Miracle Man”, un sobreviviente del cáncer que con una bien planeada estrategia evidenció las fallas defensivas de “GGG” y puso en duda su poder de puños por primera vez.