De madrugada o a cualquier hora, la Macroplaza está lista para recibir de nuevo a miles de aficionados felinos en espera de otro título de Tigres. Hace seis meses el emblemático sitio regiomontano no durmió tras la conquista de su quinto campeonato a costa de las Águilas del América.

Pero esa no fue la única ocasión reciente en que el lugar estuvo repleto de playeras auriazules. En el Apertura 2015 en ese sitio miles de seguidores universitarios sufrieron y gozaron con el juego final frente a Pumas. La gente siguió en vivo la batalla desde el Olímpico Universitario. Tigres estuvo cerca de dejar el título, pero André-Pierre Gignac apareció para enloquecer a todos los presentes. Del llanto pasaron a la alegría en cuestión de segundos. En ese torneo el plantel llegó a la Macroplaza de madrugada, exactamente a las 4:00 horas. A los presentes no les importó esperar tanto y desvelarse con tal de festejar al lado de sus ídolos. La fiesta fue total.

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Mientras llega el día de la gran final, la Macro está lista para recibir a una manada de auriazules con la esperanza de ver a su conjunto campeón otra vez. Las pantallas gigantes se instalarán el fin de semana.

Ir a La Macroplaza, no sin antes pasar por la Fuente de Neptuno, el Reloj de Sol o la Catedral Metropolitana de Monterrey ya se convirtió en tradición para los universitarios. Su vecino dejó de asistir hace mucho y ellos lo gozan.

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En el Apertura 2014 el mismo sitio esperaba con ansias el cuarto título de los universitarios, pero el América del “Turco” Mohamed terminó con su sueño. Esa noche todos los presentes se marcharon cabizbajos. Esa escena de tristeza es la que quieren evitar los seguidores auriazules.

Miles de regiomontanos irán a Guadalajara a presenciar en vivo el juego final, sin embargo la mayoría los esperara con ansias en la Macroplaza para celebrar todos juntos. El lugar histórico, con el Palacio de Gobierno de frente y el Teatro de la Ciudad a su espalda, ya también está listo para la batalla.