Alarmas activadas. Focos rojos encendidos. La Ciudad de México corre el fuerte riesgo de quedarse sin Liguilla y para que esto no suceda, todo ha quedado en manos del América, que a pesar de tener comprometido su boleto a la fiesta grande, aún depende de sí mismo para conseguir el objetivo y tener su undécima fase final de forma consecutiva.

Los tres equipos de la capital han tenido un torneo irregular, de altibajos, y dos de ellos ya pagaron la consecuencia de esto. Pumas y Cruz Azul terminaron por ver esfumarse sus últimas aspiraciones este fin de semana, por lo que consumaron sendos fracasos, ya que no se esperaba que esta fuera la conclusión de lo que planearon al comienzo del Clausura 2017, y más si consideramos que las dos instituciones contrataron jugadores de peso, y en cuanto a La Máquina, apostaron por innovar en su banquillo con la llegada de Paco Jémez.

En el caso de América, diversas circunstancias golpearon al club en la campaña. Lesiones, bajas por suspensión y, por último, la intempestiva salida de Ricardo Peláez de la presidencia deportiva de la institución, a solamente semana y media de que terminara la temporada regular.

Lo que es un hecho es que los azulcremas tienen una ecuación que en el papel parece sencilla: ganar o empatar para asegurar su presencia en la Liguilla, o bien, hasta con una derrota por dos goles de diferencia, pero en espera de una combinación de resultados en la que Tigres y Morelia no ganen, además de que Veracruz no supere a Tijuana por goleada.

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MÁS DE UNA DÉCADA SIN FALTA

La Ciudad de México ha sido una asidua, constante y frecuente sede para la Liguilla. Sus equipos regularmente son contendientes al título, ya sea uno, dos o los tres. Para muestra de ello, cabe mencionar los títulos que Pumas y América han conquistado; cuatro de los felinos y otros cuatro de los azulcremas, además de las finales que Cruz Azul ha disputado ante equipos como las propias Águilas, Toluca, Santos, Monterrey, Pachuca.

Son 14 años en los que al menos un equipo de la ciudad se cuela a la fase de eliminación directa, ya que el último antecedente de ausencia de los tres se remonta al Torneo Clausura 2003, en donde América, Pumas y Cruz Azul fueron eliminados prematuramente, aunque es importante especificar que los Cementeros alcanzaron el repechaje de aquella campaña, mismo que no formaba parte de la Liguilla y se quedaron en el camino a manos de Chivas.

LUZ DEL PASADO; DUDA DEL PRESENTE

De esta forma, los azulcremas tiene con vida la esperanza de que en la Ciudad de México se viva nuevamente la fiesta de la Liguilla. Sus diez clasificaciones al hilo lo respaldan y el hecho de tener el control de su destino le da un voto a favor, aunque su desempeño tiene encendida esa llama de duda que hacen pensar que, por primera vez en 14 años, la capital podría despedirse del futbol antes de lo pensado.

En el estadio Azteca se vivirán 90 minutos al borde del asiento para definir si el que fuera Distrito Federal podrá recibir la tertulia de la instancia definitiva, o le toca mirarla de lejos esta vez.

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