Con la tecnología de Google Traductor

Mira

27, abril 2017 - 8:40

┃ Alejandro Alfaro

Pelaez

Noviembre del 2011América atravesaba una crisis deportiva que rayaba en lo alarmante. Había que tomar medidas drásticas y urgentes para evitar que el club cayera en un tobogán de números negativos que lo pusieran en problemas, incluso, porcentuales.Yon de Luisa tomó la decisión. Fue momento de darle la confianza a un nuevo directivo para buscar enderezar un barco que parecía hundirse lentamente y que acababa de terminar la campaña en el penúltimo lugar general.

Fue ahí donde apareció Ricardo Peláez, quien puso como bandera el “compromiso y humildad” desde la conferencia de prensa en la que fue presentado. Su mano no tardaría mucho en verse reflejada y desde el primer minuto se puso a trabajar.

Su primer acto importante fue darle un espaldarazo al grupo de jugadores vigente, ya que todos habían sido puestos en calidad de transferibles, incluidos hombres que más tarde serían pilar de su era, como Miguel Layún, Paúl Aguilar, Aquivaldo Mosquera, Jesús Molina, Christian “Chucho” Benítez (QEPD), Diego Reyes y Raúl Jiménez.

 

También puedes leer: El Tri Sub-17 cae ante su similar de Estados Unidos

Después, sin dudarlo mucho, concretó la contratación de Miguel Herrera como director técnico. Los resultados se dieron casi de inmediato; dos semifinales consecutivas en los torneos Clausura 2012 y Apertura 2012, para posteriormente llegar a la Final del Clausura 2013, la cual ganarían con una jugada de antología de Moisés Muñoz y una memorable tanda de penaltis. El primer título de Liga había llegado.

Al siguiente torneo, las Águilas se convirtieron en un plantel con un paso que parecía apuntar al Bicampeonato; sin embargo, la Selección Mexicana fue duramente golpeada, al grado de casi perder el boleto al Mundial de Brasil 2014 y ante la emergencia, echaron mano del “Piojo” Herrera y Ricardo Peláez, en conjunto con una gran base de la plantilla americanista para jugar el repechaje contra Nueva Zelanda, mismo que ganaron.

A su regreso, el gas les alcanzó nada más para llegar a la Final contra León, la cual perdieron por un amplio margen en el marcador global, cosa que no fue reprochada aquella noche de diciembre del 2013 por la parcialidad crema, ya que el conjunto, cuerpo técnico y directiva, se fueron entre los aplausos del respetable.

Con la premura de incorporarse a la directiva del Tricolor en la Copa del Mundo, Peláez tuvo que hacer un paréntesis en su mandato en América, pero dejó decidido que fuera Antonio Mohamed el encargado en dar continuidad a su proyecto, y aunque el primer torneo se quedaron en Cuartos de Final, a su regreso se encontró con un grupo que nuevamente sería campeón.

Y es que en el Apertura 2014, los azulcremas se mantuvieron como líderes generales desde la jornada 3 y hasta el final de la fase regular. Vencieron a Pumas en Cuartos de Final, a Monterrey en Semifinal y finalmente, se vieron la cara con Tigres en la definición por el título, mismo que se volvió a quedar en las vitrinas de Coapa, lo que significaría el segundo trofeo de Liga en dos años de trabajo de Ricardo en la directiva.

Los logros no se quedaron solamente dentro de México, ya que Peláez logró en conjunto con sus futbolistas y cuerpos técnicos, que los “Millonetas” también se hicieran con la hegemonía de la Concacaf, ya que pueden presumir el Bicampeonato de la llamada Concachampions, la cual se llevaron en las ediciones del 2015 y 2016, con otro par de estrategas que salieron campeones en su gestión, como Gustavo Matosas e Ignacio Ambriz.

 

También puedes leer:Me voy feliz de América: Ricardo Peláez

Cuatro entrenadores y todos con al menos un campeonato ganado, ya sea dentro o fuera de territorio nacional.Eso sí. Cabe mencionar que hubo momentos álgidos. Días difíciles en los que Ricardo Peláez tuvo que mantenerse firme en sus convicciones, o bien, dar golpes de timón, tal y como lo hizo el certamen pasado al cesar al propio Ambriz de su cargo. La primera vez en la que tuvo que darle las gracias a un estratega llegó en ese instante, con lo que vino el chance para Ricardo La Volpe, quien tomó a las Águilas, y de a poco las levantó hasta llevarlas a una nueva Final, la que se les escapó sobre la hora contra Tigres y vieron desde lejos después de la definición desde los once pasos.

A todo esto, vale añadir que durante estos cinco años en los que Ricardo Peláez encabezó el proyecto deportivo americanista, consiguió poner al club como primer lugar en la tabla de cocientes, lo llevó a dos Mundiales de Clubes, implantó la marca de más Liguillas consecutivas, con diez y una onceava en puerta, así como la exportación de algunos jugadores al balompié europeo como Diego Reyes, Raúl Jiménez y Miguel Layún, así como el caso de Omar Govea, quien de las fuerzas inferiores dio el salto al Porto B.

En retrospectiva, esta etapa no tiene otro calificativo más que exitosa. Como en todo ciclo, existieron errores, pero fueron más los aciertos que se vieron reflejados en los logros deportivos y la estabilidad que América había perdido. A fin de cuentas, el americanismo necesitaba un renacimiento que lo acercara, al menos un poco, a sus épocas doradas de logros frecuentes, y ahí, el arquitecto que construyó la obra tiene nombre y apellido: Ricardo Peláez Linares.

 

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí