3, marzo 2017 - 19:56
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POR JORGE BRIONES
ENVIADO ESPECIAL
ACAPULCO, Gro.- Novak Djokovic se fue de Acapulco con sentimientos encontrados.
La expectación que levantó el serbio, en su primera competencia en México, no tiene precedentes. Ni el mejor cuadro en los 24 años de historia del AMT le pudo robar reflectores. El ganador de 12 títulos de Grand Slams fue ovacionado desde el día uno hasta que se despidió en cuartos de final tras perder con Nick Kyrgios.
Disputó tres maratónicas batallas en Acapulco y la tercera fue la vencida. Superó a Martín Klizan y Juan Martín del Potro en las primeras dos rondas, pero ante el australiano no pudo más. Estuvo cerca de siete horas sobre la superficie del estadio Pegaso, donde realizó jugadas increíbles con lo mejor de su repertorio. Si en la cancha su presencia condicionó a sus rivales, en las tribunas causó furor.
Todos querían ver al tenista más dominante de la última época. Su presencia, anunciada unos días antes del torneo, quintuplico el precio de las localidades en la reventa. Sus seguidores hacían largas filas durante horas para ver de cerca a su ídolo.
‘Nole’ lucía feliz, disfrutó su paso por el Puerto de Acapulco, o al menos lo hizo antes de la obra maestra de Kyrgios. Durante su participación en el Abierto, posteó diferentes mensajes en su cuenta de twitter agradeciendo el apoyo de sus seguidores.
Si dentro de la cancha dejó un sabor amargo por no cumplir su cometido y llegar a la disputa por el “Guaje”, fuera de ella lo hizo y con creces. México lo recibió con los brazos abiertos y lo espera para el 2018.