25, febrero 2017 - 22:58
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ACAPULCO, Gro.- El trato que tienen los organizadores del Abierto Mexicano de Tenis con sus jugadores es especial.
Más allá de procurarse por tener un cuadro competitivo con varias de las mejores raquetas del mundo, Mextenis se enfoca en la comodidad de sus participantes y dejar las puertas abiertas para que tengan ganas de volver al Puerto de Acapulco.
Con Rafael Nadal y Eugenie Bouchard no es la excepción.
El mallorquín llevaba tres años sin disputar el AMT, pero el cariño que le han mostrado los mexicanos en las ediciones anteriores, provocó que Rafa reflexionara su decisión inicial y que volviera a pisar el estadio Pegaso.
La superficie dura del recinto vio, por segundo día consecutivo, entrenar a Nadal acompañado por sus entrenadores, su tío Tony, y el exnúmero uno del mundo, Carlos Moyá.
Horas más tarde disfrutó de la espectacular vista de Acapulco y posó junto al letrero del certamen instalado en la arena del hotel Princess Mundo Imperial.
Con quién se volaron la barda fue con la canadiense Bouchard, número 44 del mundo y máxima atracción de la rama femenil.
Eugenie llegó a la sede del evento justo el día que cumplió 23 años de edad, situación que no pasó desapercibida para los organizadores.
Con un pastel de chocolate, adornado por una raqueta y con el mensaje de “Happy Birthday” (Feliz Cumpleaños), fue recibida la norteamericana por los organizadores en el hotel sede del evento.
Raúl Zurutuza, director del torneo, le dio un abrazo de bienvenida y el mariachi le cantó las mañanitas. Un recibimiento muy mexicano para una de sus grandes visitantes.
Fue un día que jamás olvidará Bouchard.
Otros jugadores que pasearon por el maravilloso lugar, antes de su debut, fueron el español Feliciano López y la alemana Andrea Petkovic. Ellos lo hicieron en un lugar emblemático de las playas guerrerenses: la Quebrada.
En el 2016, las jugadoras de la WTA premiaron al Abierto Mexicano de Tenis como el mejor del año, y van en camino a repetirlo.