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25, febrero 2017 - 21:57

┃ ESTO

Nota-Fut-Diego-Alonso-

Por Omar Pérez Díaz

Franco Jara salvó una. noche para el olvido.
El empeño del argentino, el no renunciar a una pelota que parecía perdida, que ya tenía en los guantes el portero Melitón Hernández, evitó un mal resultado de los Tuzos.
Era el minuto 92 cuando el atacante metió el 1-0, así el Pachuca superó a un medroso Veracruz.
Los Tiburones Rojos se iban conformando con poco y acabaron sin nada.
Ante una regular entrada en el Estadio Hidalgo, los de Diego Alonso se apuntan tres unidades para llegar a 14 en la clasificación, mientras que los jarochos se quedan en 9.
Poco buen juego hubo en la Cuna del Futbol Mexicano pero un gol valió la pena, al menos por esta ocasión.

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ESPESO PRIMER LAPSO

Tuvo sus emociones el partido, con tres balones que se estrellaron en el poste de la meta veracruzana.

El primero fue al palo, en un derechazo pateado por Guzmán; luego hubo un “rebanón” de Pellerano que acabó rebotando en el travesaño.
Y la tercera fue un cabezazo de Franco Jara que dio en el larguero, de manera increíble, a escasos dos metros. Era más difícil estrellarla ahí que meterla.
Sí, Pachuca tenía que llegar al descanso con ventaja pero no fue así.
Sucede que tampoco hizo un buen juego; no empezaron acertados Lozano ni Urretaviscaya y eso le pesa horrores a los Tuzos, que fueron poco profundos; tampoco tuvieron la intensidad de otras ocasiones.
Veracruz, que no está para regalar nada, se encargó de hacer más espeso el encuentro. Reinoso prioriza el orden, la fuerza de sus centrales, escudados por Pellerano y Arévalo, dos viejos perros de caza.
Adelante tenía a Hinestroza y a Villalva para inquietar, sin embargo, el “Keko” se lesionó pronto y entró Reyna, quien no es precisamente un dechado de velocidad. Así que los Tiburones se quedaron apenas sin fuerza para lanzar dentelladas.
Lo suyo fue luchar, correr y aguantar, llevando el partido por donde le convenía; sí, con sus sofocones y hasta una pausa porque se apagaron unas lámparas pero logró su cometido: llegar al medio tiempo sin gol en contra.

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PARA EL OLVIDO

El segundo tiempo bien nos lo pudimos ahorrar.
Pachuca se descompuso de una manera notoria. Impreciso a más no poder, sus intenciones de hallar el gol se esfumaron contra la bien plantada zaga de los escuálida.
Encima, perdió el sentido común. Todos querían resolver la noche por su propia cuenta. Eligiendo mal, naufragaron en sus intentos Lozano, Urretaviscaya, Jara y hasta el chico Figueroa, que entró de cambio.
Erick Gutiérrez, el relevo as que tenía Alonso en la banca, no pudo sacar al equipo de esa mala tendencia, muy atrás, sin chance de profundizar. Tuvo una pero la atajó Melitón.
Conforme pasaron los minutos, Veracruz fue viendo bueno el empate, fue reculando, metiéndose atrás, renunciando al ataque.
Ante la nula solución blanquiazul, el tiempo se escurrió entre el tedio y el aburrimiento.
El cero-creo estaba cantado. Reinoso así lo entendió.
Fue entonces que Pachuca echó lo último que le quedaba: amígdalas, como dice Hugo Sánchez.
Rodríguez puso una pelota en el área y Franco Jara fue a buscarla con el corazón por delante, se la arrancó de los guantes a Melitón y acabó siendo el héroe de la noche.

 
Un gol de otro partido porque aquí no se veía por donde llegara. Se salvaron los Tuzos, para desgracia jarocha.