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25, febrero 2017 - 21:28

┃ Alejandro Alfaro

Morelia rescata un punto ante Tigres

Nublado. Así es como ha estado Tigres en calidad de local en lo que va del torneo. Una victoria en cuatro juegos respaldan esto.

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Nublado. Así es como ha estado Tigres en calidad de local en lo que va del torneo. Una victoria en cuatro juegos respaldan esto. El “Volcán” volvió a quedar sin una erupción plena debido a que Morelia fue capaz de arrebatarles un punto que les ayuda en la lucha por no descender.

La visita fue valiente, plantó cara y tuvo las opciones más peligrosas del encuentro, pero la falta de contundencia les cobró factura y un cabezazo de Gignac les sacó de la bolsa dos unidades que hubieran sido oro puro, ya que les hubieran valido alcanzar a Veracruz en la tabla de cocientes.

El juego en sí resultó emotivo. Acciones de peligro en las dos áreas y un homenaje a la memoria del recién fallecido Carlos Miloc como marco previo al intercambio de hostilidades, que al final del día arrojó un salomónico empate.

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EL JUEGO

Necesidades diferentes chocaron ayer en el estadio Universitario. Tigres necesitaba reafirmar que su despertar de la semana pasada en Veracruz no era flor de un solo día; mientras que Morelia, último en la tabla de cocientes, quería dar alcance en puntos a Veracruz en ese rubro.

En ese tenor, los equipos salieron a atacarse uno al otro, sin guardarse. Morelia dejó los miedos en el vestidor, y contrario a lo que se pudiese esperar, buscó hacerle daño al campeón con una propuesta ofensiva que incluyó a elementos como Polo, Cuero, Valdez y Ruidíaz.

En más de una ocasión la ofensiva purépecha metió en problemas a la zaga felina, que tuvo que ver como Aarón Fernández los salvó del primer gol en contra en un mano a mano con Cuero, quien con su velocidad ya se saboreaba su tanto, pero estrelló la pelota en el guardameta.

Tigres no se quedó atrás. Eduardo Vargas estuvo cerca de estrenarse como goleador en Liga de no ser por una gran intervención de Felipe Rodríguez, quien a contrapie pudo regresar de su recorrido y alcanzar a manotear el balón para que este se fuera lento y cerca del poste

Gignac también coqueteó con el gol.  Sosa le filtró un servicio inmejorable que el francés intentó rematar sobre la marcha, pero su contacto se fue muy cruzado y únicamente le quedó lamentar su falla.

En medio de todo el toma y daca entre los dos cuadros vino el primer golpe certero cuando Raúl Ruidíaz fue derribado dentro del área por Ayala, a lo que el silbante no dudó en señalar hacia el manchón penal para poner ante Morelia la oportunidad de irse arriba, misma que la propia “Pulga” no desaprovechó, ya que cobró desde los once pasos con potencia y cruzado, y aunque Aarón se lanzó en la dirección adecuada, no alcanzó a desviar.

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El orgullo de Tigres estaba herido. El ir abajo en el marcador provocó una mayor intensión de ir al frente, pero con menos claridad que antes. Más ímpetu que futbol, lo que tuvo como resultado pocas opciones claras y la imposibilidad de dar alcance antes del descanso.

Monarcas, cómodo en el campo, no desistió en su idea y tras la reanudación de las acciones pudo ampliar la ventaja, pero Fernández volvió a ganar el mano a mano, esta vez a Ruidíaz, quien se coló hábilmente y a quemarropa disparó, pero el meta con el dorsal 30 aguantó a pie firme.

El nervio del “Volcán” estalló finalmente gracias a Gignac. El galo supo aprovechar su segunda oportunidad clara y esta vez no perdonó. Damián Álvarez, quien minutos antes había ingresado, hizo valer su cambio con un centro con ventaja para un André que con fortaleza ganó la posición y remató de cabeza. El partido se empató y el 10 le pidió calma a su hinchada en el festejo, ya que esta comenzaba a impacientarse.

Los mejores momentos para Tigres vinieron con el gol del empate. La presión creció considerablemente sobre el área monarca, que tuvo que multiplicarse para contener los embates de los de casa, lo cual consiguieron exitosamente al término de los 90 minutos.

Tigres no deja de sufrir en casa; mientras que Morelia volvió a encontrar una unidad valiosa fuera de su terreno, pero que por ahora, sigue siendo insuficiente en la porcentual.