Con la tecnología de Google Traductor

Mira

18, febrero 2017 - 19:11

┃ Alejandro Alfaro

Nota-Fut-Cauteruccio-

 

Misma historia de todo el semestre. Cruz Azul no encontró la forma y volvió a dejar ir puntos en casa. La racha se alarga y ya son nueve partidos entre y Liga y Copa en los que La Máquina no puede pitar, por lo que la tensión se intensifica en La Noria.

Por su parte, Atlas fue inteligente, manejó los tiempos el partido a su conveniencia. Apostó por ser sólido atrás y aprovechar la que tuvieran. Fidel les dio la “Alegría” y en la capital pudieron enmendar la caída sufrida en el Clásico.

La Academia vino a dar cátedra de orden y en ese tenor, reprobó al cuadro azul de Paco Jémez, quien semana a semana ve como los puntos se esfuman sin tener certeza de en que momento todo mejorará.

También puedes leer: Bale reaparece y anota en la victoria del Real Madrid

EL JUEGO

 

Con la loza de ocho partidos sin ganar y la urgencia de finalmente poder sumar de a tres fue como Cruz Azul saltó a la cancha para recibir a un Atlas que todavía traía frescas las heridas del Clásico Tapatío.

El encuentro parecía tener un guión previo ya conocido por todos, en el que los Cementeros serían los protagonistas y La Academía dejaría el futbol propositivo para mejor ocasión, ya que esta vez la prioridad sería el orden en su cuadro bajo, aguantar los embates rivales y aprovechar la primera que tuvieran.

Tal como se esperaba, los dirigidos por Paco Jémez no tardaron en hacerse con el dominio territorial y de la pelota; sin embargo, la falta de imaginación para generar peligro fue notoria, ya que si bien estuvieron mayor tiempo en territorio rojinegro, Ustari no fue exigido en ningún momento.

Al frente, Fidel Martínez y Barragán fueron los hombres encargados de preocupar medianamente a la zaga azul, aunque poco fue lo que construyeron en conjunto con Reyes, Aboagye y Garnica.

Sin lograr plantarse con ventaja frente al arco de los Zorros, la aproximación más peligrosa de La Máquina vino cuando Baca llegó casi a línea de fondo por izquierda, tiró un recorte que dejó pagando al defensor atlista y metió un centro malicioso que de no ser por la tardía llegada de Joao Rojas a segundo poste, hubiese significado el tanto azul.

Hasta ese momento, el guión antes mencionado había sido seguido a la perfección y todo se cumplía sin sorpresas, incluso, el gol de la visita que complicó todavía más el panorama celeste, que en ese momento comenzó a ponerse oscuro y tenebroso.

Un desborde picante de Madueña y un centro medido a Fidel Martínez, quien en complicidad con la defensa cruzazulina, pudo bajar la de gajos con el pecho y fusilar a un Jesús Corona que poco pudo hacer para detener el remate.

El tanto trajo consigo la “Alegría” rojinegra, tal y como lo dice el sobrenombre del anotador, aunque no pudieron irse con ese dulce sabor de boca por completo antes del descanso, ya que en la última jugada de la primera parte, una mala caída de Oscar Ustari tuvo como consecuencia una lesión en el brazo que le impidió continuar en el encuentro.

También puedes leer:Pierroth acepta jugarse la máscara con Diamante Azul

En el complemento comenzaron los movimientos estratégicos de uno y otro entrenador. Jémez recurrió al “Chaco” Giménez y Jorge Benítez para nutrir su ataque; mientras que el “Profe” Cruz fue mas cauto y decidió refrescar su ofensiva a sabiendas de que necesitaría a alguien fresco para cazar algún contragolpe, motivo por el que mandó al campo a Daniel “Fideo” Álvarez.

La tragedia de Cruz Azul parecía consumarse en un contragolpe en el que Barragán fue derribado por Velázquez dentro del área. El estadio enmudeció al ver al silbante marcar la falta, pero… el cobro fue tiro libreo, lo que generó la polémica debido a que se esperaba que se decretara la pena máxima. Respiró La Máquina y su gente.

Conforme se acercaba la recta final, el agobio cementero fue en aumento y las oportunidades claras al fin llegaron, aunque con ellas también vinieron las fallas increíbles, como la de Cauteruccio, quien no pudo mandarla a aguardar con el arco abierto tras una gran jugada individual de Benítez, que con el arquero afuera y la defensa entregada, alcanzó a asistir al delantero argentino, quien en su intento por colocar el balón lo más posible, lo hizo sacarle pintura al palo.

No hubo forma para Cruz Azul. Todo intento fue en vano y sumaron un nuevo descalabro en el Clausura 2017. Atlas aprovechó la desesperación cementera y se llevó un valioso triunfo que, en la asignatura semanal, reprobó a La Máquina.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí