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FOTOS: JORGE BARRERA
ENVIADO ESPECIAL

TIJUANA.- El último suspiro de La Máquina en el peleado encuentro ante Tijuana estuvo en las piernas de su último ídolo, Christian Giménez, se enfila al área, recorta a uno de los Pellerano y cuando se dispone a definir, el capitán Xoloitzcuintle llega para evitar que el “Chaco” marque, esa fue la tónica de un encuentro que prometió en la previa, pero que en la realidad decepcionó.

Un triste 0-0 que sirve de muy poco para ambos, pero si se habla de preocupación, Cruz Azul es el que debe de ocuparse más, ya que no sólo es por su bajo accionar en el encuentro de ayer o en lo que va de temporada, sino porque tiene tres días para volver a su identidad y enfrentar a su peor enemigo en casa y no servirle de escalón rumbo a la Liguilla.

En el Azteca, América demostró que es el líder y que una nueva victoria le servirá como trampolín para ser el primer clasificado, aunque del lado cementero esperan no ser ese apoyo para que los cremas lleguen a una nueva Fiesta Grande.

Si Cruz Azul quiere regresar, es el momento, con un clásico en la mira y frente a un rival ante el que no se puede perder. ¡Reacciona Cruz Azul!

EL JUEGO

Llena la Perrera más grande de México, el encuentro comenzó.

Un encuentro comenzó complicado para La Máquina, los Xoloitzcuintles comenzaron a acechar a su presa, la primera llegó de inmediato, incluso ni los jugadores estaban en sus puestos, fue Alfredo Moreno el que probó a Corona, quien con gran estirada mandó el esférico al tiro de esquina.

Aún con el motor frío, Cruz Azul veía como las incorporaciones de Benedetto y Arango eran los molares de un canino que comenzó a dejarse sentir, fue Darío el siguiente en probar, mas el esférico se fue por encima de la cabaña.

La primera de los cementeros llegó pasados los primeros 20 minutos del encuentro, fue Pablo Barrera el que se escapó desde su propia área para terminar en el borde de la del contrario, sacó potente disparo que Saucedo observó como se iba por un costado de su portería.

Muy poco de la visita en el primer lapso, el trabajo de Cristian Pellerano recordó aquel Xolo que fue considerado como el mejor contención del futbol mexicano, robó pelotas por doquier, metió la pierna cuando fue necesario y en el momento en el que se tuvo que agregar al ataque, decidió de la mejor forma, aunque sin suerte.

Muy poco que ofrecer tuvo el primer lapso, que se fue lento con una pelea clara en el medio campo, incluso con contadas llegadas; visto el respeto entre ambos, Jorge Antonio Pérez mandó a los dos al descanso.
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