POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

ACABÓ el año y con él se van los malos recuerdos y quedarán en la mente los gratos momentos. La Plaza México renació, “Zotoluco” se está despidiendo y Joselito tomó la estafeta como nueva figura. El ganado bravo no se miró copiosamente en los grandes cosos y meter gente a las Monumentales sigue siendo un rompecabezas. El gremio de matadores alzó la voz pidiendo poner en la mesa temas de la lidia a reestructurarse y modificar el reglamento a los tiempos actuales. El futuro de la Fiesta Brava es interesante, enfrentándose principalmente a nuevas generaciones que basan el sentido de la vida, primordialmente, en la tecnología. El touch es inmediatez, no hay tiempo. Renovarse o morir. Elevo una plegaria por todos aquellos que se marcharon este año, dejando huecos grandes en la Tauromaquia, pero también una gran aportación para continuar engrandeciendo el espectáculo. Empresas Taurinas como Espectáculos Taurinos de México y Casa Toreros extendieron sus terrenos; la primera a Europa, la segunda Sudamérica; sin embargo, las puertas continúan prácticamente cerradas para los toreros nacionales en ambas latitudes. Las filas menores, las de novilleros sin picadores, se situaron finalmente como necesarias en México, una vez que en el coso de Insurgentes se registraran los primeros festejos en esta modalidad. El precursor, no hay que olvidar, es de Luis Marco Sirvent, quien inició celebrando este tipo de novilladas, años atrás, en la Plaza Cinco Villas.

El 2017 supone un año de cambios en el espectáculo de los toros, teniendo como primicias la bravura ausente del ganado. Nuevos retos, colosales cuando se busca la atención de la juventud en las plazas Monumentales, misma que hoy día parece ser indiferente y no por el tema del maltrato animal, sino por algo que llama emoción aunado a lo que deben ser nuevas estrategias de mercado para captar este potencial público.

La Fiesta de los Toros está en un momento idóneo para ofrecer un renovado espectáculo, que puede ser verdaderamente competitivo con el resto de los eventos que se ofrecen las ciudades. El toreo es lo más verdadero en cuanto a riesgos y emoción, el espectáculo más honrado y de mayor sensibilidad. La muerte al instante, la gloria también. La Fiesta Brava cuenta con una gama increíble de gustos y atracciones, está repleta de colores y sabores. Cientos de años respaldan a la más hermosa de las fiestas. No se necesita descubrir un hilo negro, sino engrosar el que ya está descubierto con nuevas propuestas para un público que hoy no se sorprende tan fácilmente.

Borrón y cuenta nueva.

Que 2017 sea el año en que la Fiesta Brava se catapulte.

Que la unión reine como base de nuevas propuestas para mostrar lo valiosa que es la Tauromaquia.

Este nuevo ciclo no tendrá una Fiesta partida, por que afortunadamente los empresarios que están al frente de los principales engranes están en paz.

Vamos pues con esa bandera, recibamos 2017 en paz.

Con la vista para enfrente buscando un bien común y construyendo un frente para enfrentar 2017 con unidad.

Se acabó 2017. Si nada de lo que íbamos hacer, hicimos, no olvidemos algo: el ser humano tiene una gran ventaja, puede volver a comenzar cada día.

¡Feliz 2017!