30, octubre 2016 - 20:10
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POR ALEJANDRO ALFARO
FOTOS: JOSÉ LUIS GARCÍA
ENVIADOS ESPECIALES
PUEBLA.- Emocionante resultó el cierre de la jornada en el estadio Cuauhtémoc, en donde Puebla y León hicieron vibrar a cada uno de los espectadores en un partido donde hubo de todo; desde llegadas, fallas, goles, dominio alterno y al final, una repartición de puntos que hace gala de justicia por lo mostrado en los 90 minutos.
Tal vez La Franja haya dejado el terreno de juego con el mal sabor de boca que da la falta de contundencia que se traduce en puntos que se van y no vuelven, pero por corazón y actitud poco se le puede reprochar a unos Camoteros que se aferran a una remota posibilidad de Liguilla, ya que el empate de poco les sirvió en esta búsqueda. Mientras que León, puede decir que el empate sabe a derrota por tener una ventaja cómoda que se esfumó por la decisión de ceder la iniciativa a su rival.
EL JUEGO
Nadie puede objetar que Puebla intentó, buscó y propuso, pero a la hora de plantarse frente al arco esmeralda se nublaron y no supieron concretar. Primero fue Toledo, que tras un rechace de Yarbrough, quedó solo de cara a la portería, pero intentó una tijera que envió la de gajos por encima.
Más tarde, Amione se encargaría de ahogar el grito de gol en la parcialidad de casa cuando vino un centro que techó a la defensa leonesa y buscó definir en dos tiempos, pero su control fue erróneo y dejó escapar el chance.
León fue lo opuesto. Si bien sus llegadas claras fueron a cuentagotas, tuvieron un punch para destacar. Primero el goleador, Boselli, quien supo moverse a las espaldas de los defensas enfranjados para encontrar un centro al espacio de Cano y abrir el marcador.
Y como el que pega primero pega dos veces, Germán Cano, quien en la jugada anterior había hecho de asistente, cambió el rol y convirtió el 0-2 momentáneo cuando recepcionó una pelota pasada y fusiló ante la salida de Campestrini. 0-2 que parecía sentenciar… pero no.
VIBRANTE COMPLEMENTO
Bravía y valiente resultó la reacción de Puebla para el complemento. Con arrojo y sin miramientos los dirigidos por Ricardo Valiño fueron al frente, y con el corazón en la mano lograron dar alcance a una Fiera que regaló la iniciativa y en el pecado llevó la penitencia.
Navarro, el talismán poblano, fue el encargado en iniciar la revuelta. Un magistral cobro de tiro libre venció al meta leonés y levantó del letargo a los hinchas poblanos. El regresó en el marcador se sentía en el ambiente. Parecía cuestión de tiempo y así fue. Alustiza vino desde la banca para devolver las esperanzas a los suyos con una espada al área en la que fue derribado por Yarbrough. ¡Penal! El Cuauhtémoc se convirtió en un manicomio que hizo explosión cuando el propio “Chavo” convirtió con frialdad para emparejar el electrónico.
Las matemáticas aseguran que Puebla aun tiene esperanza. Serán dos partidos a matar o morir para una Franja que sueña con las finales, pero ya no dependen de ellos. Por su parte, León no pudo colocarse en una mejor posición y tendrán que esperar al menos una semana más para asegurar su presencia en esta instancia.