El París Saint–Germain y el Marsella decepcionaron en el gran Clásico del fútbol francés, con un empate 0-0, este domingo en la 10ª jornada de la Ligue 1 francesa, donde el líder Niza venció 4-2 en Metz y demostró su solidez en cabeza.

Los parisinos quedan terceros de la tabla, ya distanciados a 6 puntos de un Niza que tiene unos números espectaculares (8 victorias, 2 empates) y que se mantiene invicto en lo que va de temporada liguera.

Sólo parece aguantar el ritmo el Mónaco, segundo a 4 puntos del líder. El viernes, el equipo del Principado había arrollado al Montpellier (17º) con un 6-2 inapelable, en el regreso -con gol de penalti incluido- del colombiano Radamel Falcao tras un mes de baja.

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En el Clásico del Parque de los Príncipes, Rudi Garcia, el nuevo entrenador del Marsella, consiguió un primer resultado positivo, saliendo vivo del estadio de su gran rival. Fue también el primer Clásico de la nueva era de Frank McCourt, el nuevo propietario estadounidense del equipo de la ciudad portuaria mediterránea.

El balance en los últimos Clásicos PSG-OM sigue a favor de los parisinos: 11 victorias y 2 empates en los últimos 13 enfrentamientos, pero esta vez los marselleses se fueron con mejor sabor, rompiendo una mala racha de diez derrotas seguidas ante su adversario de la capital.

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El Marsella había perdido todos los Clásicos ante el París Saint–Germain desde el empate 2-2 en el Velodrome el 7 de octubre de 2012.

“Este es un punto positivo, un buen punto para comenzar. No vamos a jugar todos los partidos en el Parque de los Príncipes ante el París Saint–Germain. Esta noche teníamos que demostrar a todos, y a nosotros mismos, que podíamos tener una gran cohesión y que los jugadores podían luchar los unos por los otros”, explicó Rudi Garcia, satisfecho con su estreno en el banquillo marsellés.

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Los parisinos se estrellaron una y otra vez contra el arquero visitante, Yohann Pelé.

El tridente titular del ataque local fue 100% sudamericana, con el brasileño Lucas Moura, el uruguayo Edinson Cavani y el argentino Ángel Di María, pero esta vez ninguno de ellos encontró el camino. Tampoco el español Jesé Rodríguez, que entró a falta de un cuarto de hora en lugar de Di María.

Cavani tuvo buenas oportunidades y desperdició una clarísima en el 83, a puerta vacía en un centro de Blaise Matuidi.