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20, septiembre 2014 - 17:35

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Cornellà de Llobregat (Barcelona, España), 20 sep (EFE).- El Málaga se llevó un punto del Power8 Stadium con dos goles a balón parado, después de que el Espanyol se avanzara en dos ocasiones con tantos del ecuatoriano Felipe Caicedo, en el 17, y del uruguayo Christian Stuani, en el 88, una acción que Duda dejó en nada con una falta directa en el descuento.

Los catalanes presentaron una propuesta más ofensiva que el contrario, que se limitó a esperar y no mostró su mejor versión. Incluso en la segunda mitad se aferró a Kameni, estelar, para frenar al rival. De todos modos, como ha ocurrido otras veces en este primer tramo de temporada, las acciones puntuales lastran al equipo.

El hambre del Espanyol, empezó el partido con un punto de nueve posibles, se hizo evidente desde el principio. Se adueñó de su juego. La presión en todas las líneas era máxima y su fútbol, muy vertical, con alguna ocasión clara como una jugada individual de Víctor Sánchez, en el minuto cinco, que frustró Kameni.

El Málaga aguantaba. Y esperaba. Cuando el ímpetu inicial del contrario menguó, aparecieron los primeros avisos: tiros lejanos y centros sin puntería, aunque los andaluces ya pisaban el área de Casilla. De todos modos, el anfitrión mantenía la iniciativa con buenas combinaciones en el área rival.

Lo intentó Lucas Vázquez con Montañés, pero la asociación que dio resultado fue la de Sergio García con Caicedo. En el minuto 17, el ecuatoriano se estrenó ante su afición recortando ante el portero y empujando el balón. Aprovechó al máximo la asistencia de su capitán, que firmó una excelente incursión en la defensa de Javi Gracia.

Cuando mejor estaba el conjunto visitante estaba llegó el mazazo. El Málaga tardó unos minutos en recuperarse hasta que volvió al partido. De todos modos, al margen de un peligroso centro de Rosales desde la derecha, que desvió Casilla, la mayoría de sus llegadas eran inocuas.

Los andaluces mostraban una floja versión, sin pegada ni tampoco solidez defensiva. De hecho, Sergio García mandó fuera un córner en el 35 después de que Kameni se equivocara en la salida. El Espanyol fue el claro vencedor de esta primera mitad. El contrario estaba obligado a mover ficha tras el descanso.

En la reanudación se vio a un Málaga más consistente y ordenado. Su planteamiento dio resultados rápido: forzó dos saques de esquina y el segundo fue dentro. Camacho, sin demasiada oposición en el marcaje, remató el córner. Casilla se estiró, pero no pudo detener el empate que se coló en el marcador.

Los de Javi Gracia no avanzaban las líneas pese a la diana. Por su parte, tras unos minutos desorientados por el tanto, los blanquiazules volvieron a presionar arriba. Querían el segundo y estuvieron muy cerca en el minuto 63, cuando Stuani mandó un balón al larguero. El Espanyol reclamó penalti por manos de Rosales.

El cuadro local tenía ahora mucha más presencia en el área rival que el Málaga. De todos modos, era el día de Kameni. El portero camerunés fue providencial apagando las claras ocasiones de Stuani, Salva Sevilla y Sergio García. Sin su inspiración, el Málaga hubiera tenido que hacer algo más que esperar a la contra.

El guardameta solventó disparos lejanos y varios uno contra uno. Lo que no pudo parar fue el remate de cabeza de, otra vez, Stuani, tras una falta cerca del área. En el 88, el uruguayo picó el balón y lo convirtió en el 2-1. Parecía el final. Incluso Sergio González agotó sus cambios dando entrada a Raúl Rodríguez por Sergio García.

De todos modos, faltaba el colofón. Lo pondría el Málaga. Concretamente, Duda y de falta directa desde la frontal. El portugués colocó el balón en la escuadra y cortó la euforia que se había instalado dos minutos antes. Un varapalo para el Espanyol y un punto de oro para los de Javi Gracia.