Cuando Necaxa parecía trazar un camino con destino al sufrimiento permanente en la tabla porcentual, apareció el convencimiento en la idea de Alfonso Sosa, la actitud, la contundencia, y lo más importante: las victorias.

Los Rayos han despertado y amenazan seriamente con pelear por su permanencia en el máximo circuito. La inversión en su plantel no podría permitir que fuera diferente y los años lejos de la Primera División dejaron la enseñanza de los errores que no se pueden volver a cometer.

Dos victorias consecutivas tienen al equipo hidrocálido en el lugar 15 de la tabla de cocientes, esto gracias a lo volátil de su porcentaje, lo que le permitió superar momentáneamente a cuadros como Puebla, Veracruz, Chiapas y Morelia.

Este levantón rojiblanco no es obra de la casualidad. Es un hecho que Necaxa había desarrollado un futbol que pudo haberlo hecho acreedor a mejores marcadores de los que había conseguido, pero que por falta de contundencia y descuidos defensivos no pudieron concretar.

La columna vertebral está perfectamente definida: Barovero, Marcos González, Manuel Iturra, Luis Gallegos y Edson Puch, elementos que comandan sus respectivas líneas y han encontrado de a poco el entendimiento necesario para enderezar el rumbo.

Por otra parte, Necaxa no sólo puede soñar con la salvación, ya que su puntuación lo tiene en este momento en el décimo lugar general con 10 unidades, a un paso de la zona de Liguilla, lo cual implicaría un éxito total en caso de poder perfilarse entre los ocho mejores del certamen en esta segunda mitad de la fase regular del Apertura 2016.

Los aires de tranquilidad parecen empezar a respirarse en Aguascalientes y es momento de reafirmar en realidad para qué están estos Rayos.