JOSÉ María Hermosillo, nacido hace 20 años en Aguascalientes, es un caso especial dentro de la tauromaquia, pues se hizo torero por invitación, sin saber nada del medio taurino y mucho menos que hubiera aficionados en su familia, pero ahí está ya como una real promesa de la torería aguascalentense. De esa enorme cantera que se mantiene inagotable, pues quitas una piedra y salta un torero.

Hermosillo cuenta que desayunaba en un restaurante de Aguascalientes y en una mesa estaba el matador Arturo Macías haciendo lo propio. Sabía que se dedicaba a matar toros y era muy conocido. Se le acercó y le pidió su autógrafo. Macías sociable por nacimiento le hizo plática y le inquirió por qué le pedía el autógrafo. Se adentraron en la charla y Arturo lo invitó a que fuera a la escuela taurina o a la plaza para que viera algo del medio. Y sin compromiso le dijo que si le gustaba se quedaba. De otra manera no se perdía nada.

José María fue a la plaza y vio los entrenamientos de los futuros coletas; le gustó y pescó el mal de montera y ahí lo tienen listo para presentarse en la plaza San Marcos con mucha ilusión, emocionado y con gusto. Ahora está invadido del virus taurino.

Hermosillo se inició en diciembre del 2014 en Villa García, Zacatecas, y a un año y medio de ser torero ha sumado algo así como 11 novilladas sin estar herido.

No ha toreado ni un festival este año, pero no ha dejado de entrenar y prepararse en el campo, ya que acompaña a las tientas a Juan Pablo Sánchez y a otros toreros que le dan “las tres”.

El año pasado tomó parte en el certamen en “Busca de un torero” y cortó una oreja a un novillo de Caparica en Guadalajara y fue premiado con un trofeo por la mejor faena. Llegó a la final de zona, que ya es un gran triunfo.

Este año la novillada del domingo es lo primero que torea este año y se siente debidamente preparado para salir bien librado del compromiso. Esperando que entre en la novillada para festejar el 120 aniversario de la plaza San Marcos, ya que se dice que el triunfador de esta novillada completará la tercia, pues dos están seguros sin saber quiénes son. (HSC)