POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

ENVIADO ESPECIAL

CANCÚN, QR.- La capitalina Alejandra “Tigre” Jiménez se impuso en un auténtico choque de fieras contra la mexicano-estadounidense Martha “Sombra” Salazar, a la que superó por decisión mayoritaria en 10 candentes episodios para arrebatarle la corona universal pesada del WBC y hacer historia como la primera mexicana auténtica en lograrlo, esta noche del viernes aquí.

“La Tigre”, quien sólo llevaba cuatro peleas a cuatro rounds y una señalada a seis vueltas, mejoró a 6-0, cuatro nocauts. Definitivamente, hizo honor a su mote para contrarrestar la bravura de la monarca defensora, que escuchó el Himno de Estados Unidos y salió a pelear para mostrar su experiencia y recursos desde el primer round, en el que salió con su jab por delante y un venenoso gancho de derecha, la cual también sabe disparar con fuerza en forma de recto. Alejandra recibió el primer impacto sólido y se sumaron un par más, pero se las ingenió para cerrar con combinación que encendió al publico que llenó la Arena Grand Oasis.

Lo que vendría a continuación sobrepasa cualquier cálculo para un choque de mujeres de más de 100 kilogramos. Salazar (108.800) se apoyó en su jab zurdo, el cual también sabe usar con su puño derecho y desde ahí armar sus ataques. Alejandra debió lidiar con la potente derecha de la todavía campeona, que produjo crispantes intercambios desde la segunda vuelta. Fue en el tercer giro cuando Jiménez halló la fórmula para descargar sus manos en forma repetida y echó hacia atrás a Martha con impactos a la cara que incluyeron un vistoso oper mientras hacía fallar a su bravía rival.

Martha se mantuvo activa en los episodios siguientes y Alejandra recurrió a su boxeo para llegar al cuerpo y a la cara, y desde ese momento también se dieron acciones cuerpo a cuerpo, con Salazar siempre soltando sus puños, aunque fallaba muchos de los mismos por la técnica de Jiménez.

La puntuación abierta luego de los primeros tres capítulos fue de dos votos de 29-28 y uno de 30-28, todos para Jiménez.

La derecha de Jiménez también comenzó a impactar en forma más seguida el rostro enemigo y se produjeron más cambios de golpes, en los que Salazar parecía tomar el comando de las acciones, pero sin dejar de recibir respuesta en los momentos clave. La sexta ronda fue favorable a Alejandra, porque, no obstante mostrar inflamación bajo su ojo izquierdo, llevó a Martha contra las cuerdas, no sin encontrar respuesta, y las guerreras comprobaron que ninguna quería ceder terreno, bajo la atenta mirada del réferi Héctor Afú.

Martha prosiguió con su diestra en forma recta a modo de improvisado jab y Alejandra asestó dos claros derechazos seguidos de un oper, para cerrar con lucido intercambio. Consumidos siete episodios, los jueces votaban: 67-66, para Salazar, contra 67-66 y 68-66, a favor de la mexicana.

El octavo y el noveno round fueron de intercambios de misiles entre gritos de México, México, y entonces Alejandra usó movimiento para esquivar y responder, alternando su castigo al cuerpo y la cara, sin dejar de aceptar los forzados intercambios porque Martha siempre mostró decidida a hacer daño.

Alejandra exhibía inflamación bajo ambos ojos y Martha también exhibía huellas de la refriega para entrar al décimo y último round y ofrecer momentos de alto voltaje. Alejandra mostró su habilidad para hacer errar a la locomotora que tenía enfrente y ponerla de espaldas a las cuerdas para asestarle repetidos impactos mientras Salazar se defendía con todo en lo que fue un cierre de locura.

Ese final fue el que le dio a Jiménez el título en un combate muy cerrado y así lo reflejaron las puntuaciones: los jueces estadounidenses Fernando Barbosa y Esther López marcaron empate 95-95, y 96-94, para Jiménez, respectivamente, y el mexicano Arias Torres calificó 98-93, también para la azteca de 28 años.

Salazar, nació en Ocotlán, Jalisco, en febrero de 1970 y emigró a Estados Unidos a los nueve años de edad. Allá se convirtió en ciudadana de ese país. Este viernes comprobó que se trata de toda una atleta al nunca rendirse e incluso proponer ese agobiante ritmo de pelea. Su marca bajó a 13-5, tres noqueadas.