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18, marzo 2016 - 10:36

┃ ESTO

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POR MANUEL GÓMEZ C.

 

AUN con el sabor amargo tras perder el Clásico Nacional, Matías Almeyda celebra que al menos la Comisión de Arbitraje le conceda la razón al Rebaño, luego de la polémica que se presentó en el juego contra el América.

“Se presentaron errores humanos, que por suerte los pudieron visualizar, y admitir que se habían equivocado”, pondera el director técnico del Guadalajara, en entrevista con ESTO. “En lo personal, pocas veces he hablado del arbitraje. Lo hice el otro día, con mucho respeto, entendiendo que se había equivocado, y ellos mismos dijeron que el gol había sido gol, el penalti había sido penalti, la expulsión no era, y bueno, con ese tipo de situaciones, de aquellas palabras que dije después del partido se hicieron realidad de la boca de ellos”, subraya.

Previo a la práctica en las instalaciones de Verde Valle, Matías aplaude que independientemente de las fallas arbitrales, “el partido que jugó Chivas fue muy bueno, la actitud de los jugadores fue diferente, y el desarrollo futbolístico me agradó”, repasa el estratega argentino, consciente de la evolución mostrada por el grupo, independientemente del resultado adverso. “No, no lo merecíamos -insiste-, por la forma como el público nos apoyó, y eso se notó, aspectos que dan fuerza. Lamentablemente, nos quedamos con las manos vacías, pero hay que seguir por el camino indicado, con la misma actitud, ganas y esperar que los resultados de una vez por todas lleguen”.

Almeyda apuesta por la paciencia, y a que el grupo conserve la misma mentalidad mostrada contra el América. “Somos conscientes de las cosas buenas y malas que ha hecho el equipo. Corregir los errores y entregar hasta la última gota de sudor de cada jugador y nosotros para bien de Chivas, el equipo que queremos todos y pretendemos levantar”, abunda.

“La verdad, no quiero volver más a las escenas del juego, porque el partido sería otro”, predica, mientras prepara el trabajo. “Ahora pienso en tratar de mantener esa actitud que tuvo el equipo, esas ganas, y dejar de pensar en lo que pasó, porque lamentablemente no se puede cambiar nada. Entonces, no podemos detenernos y gastar energías en algo que ya no podemos cambiar”, dice, resuelto a darle ya vuelta a la página.

Una de las circunstancias que lo mantienen inquieto pasa por el ataque, donde Omar Bravo, capitán histórico del Rebaño, tiene ayuno de gol.  “Cuando un equipo no convierte y le anotan, que hay errores de las dos partes, o sea, línea defensiva y ofensiva, y nuestra mente es cargar contra los delanteros, pero también muchos goles que nos han convertido han sido por errores en la parte de atrás, pero así pasa con todos los rivales. En la mayoría de los goles hay siempre error de parte de algún equipo, y lo importante es que hemos creado situaciones de anotar”, aboga aliviado.

Concretamente “el tema de Omar, en el torneo pasado las oportunidades de anotar las convertía, de hecho es el goleador histórico”, dice. “Fue goleador nuestro en el torneo pasado. Son las típicas rachas de los delanteros, que se ha prolongado bastante, pero es un jugador que entrena con unas ganas bárbaras, que trata de corregir en lo que se equivoca, y esas ganas de querer convertir hacen que muchas veces los jugadores se desesperen y no puedan concretar, y de pronto así son los goleadores, que pronto se destrabará y en el tramo final hará goles, pero tampoco Omar juega solo en la delantera”, amplía.

Enseguida descarta que él haya dejado ir a Carlos Fierro, quien ahora milita en Querétaro. “Más que nada fue una decisión de él”, aclara. “De querer probar suerte en otro lugar, pero tampoco era que Carlos era goleador, porque tiene, creo, 130 partidos y lleva nueve goles, entonces, si bien es una promesa, con un futuro enorme, tampoco digamos que era el goleador que iba a aparecer si no estaba Omar”.

Caso curioso, Almeyda, quien en su momento dirigió al River Plate y lo trajo de regreso al máximo circuito argentino, evita relacionar la situación que experimentó con el cuadro sudamericano con lo que actualmente vive en Chivas. “Es difícil dar consejos, porque se creería que uno sabe todo en la vida, y no es así, pero con trabajo, platicar, pero sí tenemos unas ganas terribles de terminar lo más alto posible”.

Matías es un hombre con fe… “Esa fe y la parte espiritual va a formar parte de la vida de cada ser humano, y cada quien cree en lo que más le gusta”, dice. “Yo respeto religiones y creencias. Personalmente creo mucho en Dios. Trabajo y vivo de esa amanera, después sé que al ser creyente, cuando ingreso a la cancha, le pido a Dios, no que gane Chivas, porque sería muy ingrato de mi parte, sino que me dé sabiduría y esforzarme en mi trabajo para mejorar cada día”.

Termina con este mensaje… “Quiero transmitirle al público el agradecimiento de apoyo que tuvimos en el Clásico. Entre todos somos Chivas y entre todos sacaremos a estas Chivas adelante, con amor, paciencia y muchísimo sacrificio. No tengo duda de que así será”, define contundente.

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