POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

Fue formando su pasión por el deporte sobre las carreteras.

Porque no le gusta estar en un sitio donde solo se la pase dándole vueltas a una pista, sino sentir los vientos que hacen los autos, los trailers sobre el asfalto.

“Es una forma de sentirte libre, así lo han hecho otros compañeros” dijo Omar Zepeda, quien tiene actualmente la mejor marca en los 50 kilómetros de la caminata con 3:45’28’’, con la que calificó a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“Me fascina entrenar desviando automóviles. Gracias a Dios siempre he estado bendecido y nunca me ha pasado nada. Las altas y bajas que he sufrido, fueron por otras causas y no por mi forma de prepararme. Por ello digo que este resultado es una bendición y una esperanza para terminar un buen ciclo olímpico”.

Con 20 años en el deporte, señaló que el trabajo es lo que lo mantiene fuerte en esta dura disciplina donde incluso no ha estado entre los favoritos.

“Estoy por detrás de los reflectores y eso me agrada. A otros les gusta salir en los medios, yo prefiero estar en el anonimato y que solo cuando obtenga un buen resultado volteen a verme. Soy un creyente de Dios, así que solo él sabe los caminos que me tiene preparados”.

Omar platicó que esta es una nueva oportunidad hacia Brasil.

“A veces entre tus sueños solo esperas estar el día indicado o el momento para alcanzar la gloria. No ha sido fácil, pero es algo que escogí y afortunadamente nunca he subestimado a nadie para resaltar. Sigo las indicaciones que siento son las indicadas para hacer un buen papel”.

Sobre las nuevas generaciones, Zepeda de León manifestó que entrenan sin ilusiones.

“Hay que sentir el cuerpo cuando se tensa al pasar los 40 kilómetros. Ahí es donde realmente demuestras si te preparaste bien o no. En cambio los jóvenes de ahora no quieren entrenar, no hay disciplina. Otro veterano como los es Horacio Nava, que veas cómo le gana a los jovencitos en los 20k, sí es preocupante. Pero solo hago lo mío, esperando no ser derrotado sin haber intentado primero alcanzar la gloria”.

Por eso es que para Omar, la marcha vuelve a tener un retroceso.

“Hace falta un cambio totalmente radical, entre entrenadores y deportistas que no están haciendo bien las cosas. Renovar las técnicas que nos copiaron otros países y ahora están más avanzados que nosotros. No hay varita mágica en el atletismo, sino solo mucho trabajo, que es lo que da los resultados”.

Ahora Omar tiene nuevos motivos para continuar hacia Río 2016, y buscar el podio para retirarse dignamente de la caminata.

Serán mis segundos Juegos y espero decir adiós con los honores a la bandera. La verdad que han sido muchas situaciones, buenas o malas, por las que he pasado. Pero la marcha tiene algo que no me deja descansar. Algo en mi interior me dice que puedo lograr algo mejor por la experiencia que he adquirido en estos 20 años. Ojalá así sea, si no, de todos modos agradezco a Dios que me dio una familia adorable que siempre estuvo a mi lado y un deporte que fue creciendo como algo necesario en mi vida”.