10, agosto 2014 - 10:53

nota-box-chihuas
Por Ernesto Castellanos G.
Eviado especial
Monterrey, Nuevo León.- En lo que resultó una pelea infernal, el regiomontano Francisco “Chihuas” Rodríguez se impuso por decisión unánime al japonés Katsunari Takayama para proclamarse doble campeón del mundo, ya que a su corona de monarca paja de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) agregó el título paja de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) que arrebató al asiático, en un pleito que volvió la atestada “Arena Monterrey” en una casa de locos.
Este combate no solamente puede ser considerado el mejor del año, sino de muchos años. Fue una orgía de golpes brutal, ya que los dos contendientes nunca se dejaron de castigar del primero al último episodio, pero el mexicano tuvo la virtud de cerrar fuerte, y de conectar los golpes más sólidos en los momentos decisivos del pleito que además resultó sangriento.
Rodríguez terminó con una herida en la boca, y con el rostro severamente inflamado, en tanto que el asiático concluyó con cortes en ambas cejas, y también con el rostro muy inflamado.
PUNTUACIONES
Los jueces vieron ganar al “Chihuas” con tanteos de 116-111, 119-108, y 115-112. Creemos que esta puntuación fue la más cercana a la realidad.
En el primer asalto los dos contendientes hicieron a un lado las florituras, y se lanzaron al cambio de metralla buscando un rápido nocaut, ante el clamor de los aficionados. Takayama hizo gala en el segundo giro de su velocidad, al pegar más que el nuestro. La emoción prendió en la tribuna cuando en el tercer episodio Rodríguez enganchó al japonés con durísimo zurdazo a la mandíbula, para mandarlo a la lona para la cuenta de protección. En este asalto Rodríguez cortó de la ceja derecha al oriental.
Takayama a pesar de la caída se vio más rápido que el regiomontano en el cuarto round, y el quinto fue de alarido, con frenéticos cambios de cuero. En el sexto episodio vimos mejor al japonés. Los dos lanzaban decenas de golpes, pero era Takayama el que conectaba más. El séptimo se vio nivelado, ya que nadie dio ni pidió cuartel, ante la locura en las tribunas.
A partir del octavo el “Chihuas” comenzó a meterle más dinamismo a su accionar; superaba en rapidez a Takayama, al que le zarandeaba la cabeza con fuertes ganchos a dos manos, llegándolo a lastimar. En el noveno, Rodríguez siguió metiendo los mejores golpes, los más duros, y cortó la ceja derecha del japonés. En el décimo volvieron a trenzarse en un infernal cambio de golpes, pero el mexicano cerró como un titán, y lastimó visiblemente al japonés.
El round once fue muy disputado, pero de nuevo vimos al mexicano sacar mejor raja. Y en el último, en un esfuerzo supremo el nipón logró llevarse el round. Pero ya era tarde.
Hay fiesta en Monterrey, con el gran triunfo del regiomontano.