11, noviembre 2015 - 21:08
Angelino de Arriaga
La Monumental Rodolfo Rodríguez de Apizaco parece derretirse ante la caída a plomo de los poderoso rayos el incandescente sol. Su arena es el escenario habitual donde jóvenes, niños que sueñan con la gloria del toreo ensayan sin descanso, forzando el físico y templando el alma, imaginando verse vestidos de luces en un futuro, liados en el umbral de la Plaza México.
Soñando, siempre soñando, pues los sueños se hacen realidad.
El silencio se hace dueño del ruedo cuando aparece por el tendido alto el matador de la tierra, Angelino de Arriaga, joven diestro que hoy tendrá la dorada ocasión de enfundarse en la seda para estar de frente con el destino y apostar todo su valor e ilusión a una tarde en la plaza más grande del mundo. Angelino es parte del cartel que hoy a las 20 horas disputa la Oreja de Oro, en lo que se espera sea un festejo donde seis valientes toreros se darán hasta con la cubeta con tal de ganarse el trofeo y poder abrir puertas de provincia, amén de repetir en el gran coso en el cuarto Jueves Taurino de triunfadores.
Los saludos amables y los parabienes de los novilleros anteceden a una sesión de toreo de salón llena de reposo en la que el torero plasma con parsimonia y lentitud trazos de una faena que por ahora es sueño, pero que hoy en la noche intentará convertir en una realidad triunfal, llena de gloria.
Su plática gentil va acompañada de reflexión y viaja desde sus inicios hasta los años en España, las épocas duras de la lucha consiguiendo notoriedad y que con alegría ve ahora convertida en una etapa importante de triunfos a golpe cantado y sobre todo de madurez en su deseo de ser figura del toreo.
“Ahora lo ve más claro”, dice Angelino de Arriaga, tiene plena conciencia del tremendo trabajo que le espera para lograr sus objetivos, buscando tarde a tarde el triunfo sin dejar pasar una sola oportunidad.
Con la misma parsimonia que lidia un toro imaginario, el torero camina al lado de su padre Joaquín; hablan de alguna faena intercambiando ideas y compartiendo calladamente ese deseo de que hoy suene el clarín e inicie el paseíllo.
Los importantes triunfos en Tijuana, Juriquilla o Tlaxcala son recuerdos gratos, pero son el pasado y esta noche lo importante es el futuro. Con esa idea toma la espada y continúa el ensayo tirándose con decisión sobre el aparato en espera de conseguir alzar las peludas.
Angelino conjunta argumentos sólidos, quizás el tino no ha estado de su lado en las tardes claves, sobre todo en años anteriores, pero no hay duda absoluta del extraordinario torero que es. Este jueves en la noche, el diestro de Apizaco tendrá la oportunidad de remontar y retomar sus inicios que siguen siendo muy halagadores.