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Mira

3, octubre 2016 - 12:10

┃ Alejandro Alfaro

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La construcción de un América ganador e histórico sentó muchas de sus bases durante la década de los 70, misma que pudo no ser la más exitosa en el haber de la institución, sin embargo sirvió para la generación de los futuros pilares del club, que años más tarde se encargarían de ser los autores materiales de los años maravillosos de las Águilas.

La campaña 75-76 representó un deleite para el aficionado azulcrema. Las grandes figuras del campeonato de cinco años atrás, como Carlos Reinoso, fueron complementadas con la aparición de hombres como René “Popeye” Trujillo, Mario “Pichojos” Pérez, Alcindo y Hugo Enrique Kiese, todos ellos comandados por el exitoso entrenador, Raúl Cárdenas, quien imprimió un sello espectacular al trabajo colectivo del equipo.

Durante la campaña regular, América resultó ser una auténtica aplanadora. Al término de dicha etapa concluyó como líder general con 53 puntos, con una ventaja de cuatro unidades sobre su más cercano perseguidor, Pumas. Esto colocó a los de Coapa como el principal candidato al título, condición que durante la Liguilla hizo valer al enfrentar a Tecos y la Unión de Curtidores, en Cuartos de Final y Semifinal, respectivamente.

Sobre la Autónoma de Guadalajara avanzó de forma apretada, con un marcador global de 1-0, gracias al gol conseguido en el partido de ida. Posteriormente, con un 2-0 al concluir la serie, América se impuso al conjunto guanajuatense para avanzar a la Gran Final por el título frente a los Leones Negros de la UdeG.

El 4 de agosto de 1976, en el estadio Jalisco, América dio una gran exhibición, la cual lo puso con una mano en el trofeo que a la postre lo acreditaría campeón. Un contundente 3-0 obtuvieron los llamados “Millonetas”, gracias a las anotaciones de Alcindo, Kiese y Reinoso, este último con una jugada que construyó y a la fecha se recuerda como una de las más vistosas en la historia de la Liga.

El volante chileno recibió el esférico cerca del medio campo, cargado al sector derecho. Emprendió una carrera a velocidad en la que desparramó al defensa Da Silva, entró al área, recortó al “Cuate” Calderón, y con la pelota en movimiento, definió de rabona para mandar la pelota al fondo de la red y sentenciar la ida con el último tanto de la noche.

Para el domingo 8 de agosto, los azulcremas saltaron a la grama del Coloso de Santa Úrsula para concluir con la obra comenzada en Guadalajara. Castrejón; Trujillo, Sánchez Galindo, “Cornero”, Pérez; García, De la Torre, Victorino, Reinoso; Alcindo y Kiese fueron los once elegidos por el profesor Cárdenas para saltar a la cancha y amarrar el tercer campeonato americanista en la época profesional del balompié mexicano.

Un estadio Azteca pletórico, con 105 mil hinchas hambrientos de triunfo, fue el marco para que América venciera a la Universidad de Guadalajara. Hugo Enrique Kiese se hizo presente en el marcador gracias a una soberbia ejecución de tiro libre, en la que el delantero paraguayo colgó la de gajos en la horquilla, para poner así la cereza en el pastel crema.

 

BUEN TRABAJO

Al término del cotejo, las reacciones no se hicieron esperar, y uno de los artífices del campeonato, Raúl Cárdenas, expresó su sentir sobre lo conseguido, al señalar que concluyeron exitosamente el gran trabajo realizado en el año.

“Esto ha sido la culminación de una meta que nos forjamos. Llegar a obtener el título es un resultado bueno para todos, es gracias al esfuerzo de cada uno de nosotros que formamos la gran familia americanista”, expresó.

 

LA CONFIANZA DE KIESE

La figura de la serie, Hugo Enrique Kiese, no ocultó su alegría por haber sido campeón y factor clave en la final, por lo que compartió que mostraría su logro a su padre, a quien prometió antes de venir a México, que volvería con la Copa.

“Simplemente estoy muy feliz. Me siento muy contento y podré llevarle a mi padre el título que le prometí cuando me enrolé en América. Esa promesa se la hice el mismo día que viajé a México. Ahora sólo espero poder fundirme en un abrazo con mi viejo y decirle que cumplí mi palabra, que regreso como campeón del futbol mexicano”, sentenció.

 

LÁGRIMAS DE REINOSO

Otro que compartió sus emociones de campeón con ESTO fue Carlos Reinoso, quien no pudo contener las lágrimas, al volver a ser campeón de Liga con América, equipo que para ese entonces ya se había metido en su corazón, por lo que no dudó en comentar que deseaba terminar ahí su carrera. “Poco hay que decir. Simplemente estoy muy contento de jugar en América, en donde espero terminar mi carrera”, expresó.

Fue así como América consiguió su tercera estrella. De la mano de Kiese, con la magia de Reinoso y comandados con Cárdenas. Todo estaba listo para entrar a los gloriosos ochentas. La época dorada.